Empezamos la jornada admirando y buscando las pinturas rupestres en los Covachos de Barfaluy y luego retrocedimos unos cuantos pasos para comenzar lo más divertido del día: "el camino de las escaleretas"




Expuestos tramos equipados con sirga un tanto precaria nos llevaron a una espectacular ventana natural que nos dejó anonadados.





La pedazo de cueva que se encontraba justo encima tampoco tenía ningún desperdicio.





Un par de espolones bastante expuestos, pero con paso firme se llevan bien...

Y, de nuevo dejando el sendero, nos acercamos a otra grata sorpresa: los abrigos de Gallinero, con un montón de pinturas y sobre todo en un lugar privilegiado y muy muy colgado.





Las escaleritas se las traen!!!





En fín, todo redondo y para repitir cuando sea!!
1 comentario:
¡da miedo solo de mirar! menos mal que me he quedao en casa...
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