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lunes, 15 de julio de 2013

PICO TORONZUÉ (2263 m)

El sábado hicimos una quedadeta bloguera, con Pirene, que hace tiempo queríamos coincidir, y con J.M, algo que va siendo más habitual.
La opción escogida era una circular muy chula por La France, pero pese a que madrugamos lo suyo para evitar las tormentas, ya desde Biescas se veía un marronazo tremendo en nuestro país vecino, así que decidimos cambiar la ruta y quedarnos por nuestra España que el tiempo estaba más agradecido y nos iba a dar más tregua.
Barajamos distintas opciones y finalmente nos quedamos con una circular muy maja al Pico Toronzué. Nuestro amigo Vicente, consumado ciclista y poco o nada montañero, estuvo hace poco en este pico, así que teníamos que conocerlo nosotros también, además es el único al que no habíamos subido del cordal anterior a la Sierra de la Tendeñera.
Previo café en Biescas, nos montamos en los coches hasta Linás de Broto donde tomamos una senda que parte del mismo pueblo, justo al lado del albergue. La senda sube por bosque sin agotar en exceso, pero J.M marcó su ritmo mañanero imposible de seguir lo que provocó que el trío que llevaba detrás se asfixiara al poco de empezar.

A la derecha, el pico Toronzué




Sin pérdida alguna se llega a las lomas herbosas que, siguiendo su suave pero engañoso cordal, puesto que a tramos se empina lo suyo, llevan al Pico Toronzué.
Las vistas son una chulada, como todas las de sus primos hermanos: Mondeniero, Tozal d'As Comas, Bachesango, etc, poco conocidos y poco transitados montes que hemos ido conociendo y nos han enamorado (uy!! que me sale la vena moñas...)
Media hora en la cima disfrutando del panorama y echando fotos con cámaras y móviles para enviar por guasap y dar envidietas a "alguno", que seguro se da por aludido, y comenzamos el descenso.



Siguiendo el cordal de la sierra, en el tercer collado, pasado el Tozal de Nabarriecho, nos tiramos hacia nuestra derecha bajando por donde más buenamente se pueda, puesto que senda, senda...va a ser que no había. Nuestro punto de referencia, y al que teníamos que llegar, era un refugio pastoral.
Llegados a él hicimos la parada gastrónomica, que poco varía de otros días: lata de sardinas o atún y fuet, qué tristes son a veces las comidas del montañero...aunque para los perros montañeros deben ser un festín, porque el Yeti dejó las latas limpísmas. Charrín, charrán, no nos hemos enterado y llevamos un buen rato aquí. Hay que espabilar que nos vamos a mojar!!!
Desde el refugio pastoral tomamos la pista que lleva al refugio de Sorrosal (también se puede coger una senda directa) y tras una marcada curva a la izquierda, sale una bonita senda que cruza por el puente de la Mercera y, sin abandonarla, en aproximadamente una hora se llega al punto de partida.
En este último tramo llevábamos a nuestras espaldas la incómoda compañía de la anunciada tormenta que nos iba a caer encima, ensordecedores truenos y un cielo negrísmo daban fe de ello, pero mira por donde que la cosa se portó. Eso sí, fué meternos en los coches y caer la mundial.





Con una cerveza en la mano y buena compañía se ven las tormentas de otro modo...y con otra cerveza más ya casi te olvidas de la tormenta...y con otra más te olvidas hasta de los nombres de los picos...Majo majo día!!!

3 comentarios:

cristina dijo...

con estas fotos te has lucido! vaya reportaje majo que has hecho!

Pirene dijo...

¡EA! guapas fotos ¡si señora! a ver cuándo nos juntamos otra vez, si todo va bien será pronto ¿no?
;-P

Abracicos!

silvia dijo...

Hola majas!!
gracias por los elogios a las fotos, voy a empezarme a creer que no todo es cosa de la cámara...
Pirene, seguramente antes de lo que te imaginas.
Besotes.