El 27 de marzo salimos de nuestros pueblos con un marrón en el cielo que nos hacía dudar de los claros que anunciaban para mitad mañana. Esta vez dieron en el clavo, y a las 10 hacía un sol de escándalo en el puente del Fornocal, que es donde dejábamos los coches. Esta vez escogimos dos barrancos cortos y cercanos por si el tiempo no acertaba y teníamos que echar a correr por las lluvias que en principio anunciaban para el domingo. Los elegidos fueron el Xae y el Malpaso, barrancos de coleccionista pero que no están mal para pasar un ratico.
Empezamos por el Xae. Tan sólo dos rápeles, de 24 y 26 metros, el segundo más estético que el primero.
Continuamos con el Malpaso, con un par de zonas cortas de bonitos estrechos y tres rápeles en total, el más largo de 18 metros.
Los barrancos están ideales puesto que corre un hilillo de agua, es decir pozas limpias y ningún olor a cabra muerta, únicamente el nuestro por las sudadas del regreso de ambos.
