tiempo Monzón

jueves, 28 de noviembre de 2013

CIRCULAR POR LA SOLANA

Fecha real: 23 de noviembre de 2013.
Esta es una cuenta pendiente personal que tenía hace mucho tiempo y que hoy he empezado a saldar. Pasear por los despoblados de La Solana produce en mi sentimientos que tocan en lo más hondo de mi corazoncito puesto que mis raíces paternas provienen de este abandonado valle, más concretamente de Sasé.
Catorce son las aldeas que conforman este sorprendente y aislado valle que fueron despoblándose poco a poco en los años 60 como consecuencia directa y forzosa del proyecto de construcción del embalse no realizado de Jánovas y la obligada reforestación del perímetro del mismo, entre otras causas más secundarias como la falta de servicios y recursos, la industrialización de las ciudades, la degradación del sistema hereditario establecido y la ausencia de mujeres.
Seis de estos catorce pueblos son por los que hoy circularemos: Giral, Castellar, Semolué, Cájol, Burgasé y Gere. 
Se unen a esta dicha David, Elena y Pol.
Permitidme que no me explaye demasiado en explicaciones sobre la ruta en sí, puesto que hay muchos carteles indicativos y buenas sendas y pistas para realizar la ruta sin problemas, aunque nosotros nos los buscamos solitos para darle más emoción al día.
Viniendo de Boltaña, cogemos la pista que hay a la derecha antes de llegar a Lacort. Está en bastante buen estado hasta Giral, que es donde iniciamos la caminata. Precisamente éste es el único de los seis pueblos que no está ocupado, aunque, como a él sí llegaron las magníficas subvenciones con el kit de barandillas de esas que no hacen falta para nada, su estética se afea bastante. Respecto a la ocupación del resto de aldeas, me voy a reservar un poco mi opinión a cerca de la acumulación de todo tipo de trastos y feos toldos en los tejados que existen en las antiguas casas y que han traído los nuevos habitantes, pero creo que se me ve el plumero…


Giral

Cañada hacia Castellar


 Desde Giral tomamos una senda hasta Castellar y de aquí otra hasta Semolué, unir estos dos resulta algo complejo si no se conoce el terreno, y menos si todo está lleno de nieve, como es el caso.  Menos mal que una nueva habitante del lugar nos indica por donde.

Iglesia de San Saturnino en Castellar


Perfectos muros de Castellar

Iglesia de San Salvador en Semolué



 De Semolué a Cájol es tan sencillo como coger la pista y seguirla en ascenso hasta llegar a Cájol. Nuestro track marca una senda por dentro de un pinar hasta llegar de nuevo a la pista y así alcorzar, ERROR, jabalineo puro y duro por todos toditos los campos de Cájol, puesto que subimos una a una sus fajas. Es mejor ir todo el tiempo por pista hasta la Pardina de Alseto (un buen sitio para comer sino porque hace un frío que pela).

Panorámica de los dos barrios de Cájol

Torre de la iglesia de San Salvador en Cájol
Restos de la pizarra de la escuela










 Para llegar a Burgasé también es mejor seguir siempre la pista. Pues nosotros... NO. Muy conscientes todos de la nueva jabalinada que nos íbamos a pegar, arreamos monte drecho directos al pueblo, y acortar si que acortamos, pero cómo nos retozaríamos por nuestra amada naturaleza para que a alguno le salieran pinchos hasta en…si,si, pensad mal una vez más!


Burgasé




Iglesia de la Asunción en Burgasé


Hasta Gere seguimos por monótona pista que casi agradecemos después de lo vivido hace un rato. Y, cuando llegamos al pueblo, un arca de Noé enloquecida nos recibe, y, porque no le tenemos miedo a nada, pero semejante revolución faunística era para apretar a correr. Perros, ocas, gallinas, burros y hasta un cochín no se tranquilizan hasta que nos ven salir del pueblo casi por patas ante semejante bienvenida.

De nuevo por pista, que esta vez se hace ya larga (menos mal que la buena compañía la hace más llevadera) andaremos hasta llegar al coche donde finalizaremos una completa jornada que revive la dureza de la vida de nuestros antepasados cercanos.
Si queréis el track, aquí.

Iglesia de San Pedro en Gere
Recibimiento ocuno en Gere

martes, 26 de noviembre de 2013

CONGOSTO DE MONT-REBEI Y PASARELAS DE MONTFALCO

 Nos dieron miedo las previsiones del tiempo para el fin de semana y
decidimos quedarnos por aquí cerca. Hacía días que teníamos ganas
de probar las "pasarelas" ...

 ...así que el grupo reducido y sin madrugar (cosa bien rara cuando viene Ramón) fuimos para Puente Montañana. Dejamos el coche en el parking que ahora es de pago voluntario y con un frio que pelaba empezamos a caminar.
Casi al final del Congosto hay un cruce a la derecha que te lleva hasta este puente colgante que une las dos orillas.

 Desde allí ya se empieza a ver la impresionante obra que han hecho para salvar la roca y continuar hasta Montfalcó. Unas pasarelas bastante aereas que se bajan para enlazar con otro tramo...





 El segundo tramo tiene más escalones y eso hace que veas todo el
rato "el patio" que tienes debajo... ¡menos mal que somos muy
valientes!
 Seguimos hasta el albergue Casa Batlle y como nos gusta acabar
en punta subimos a la Ermita de Santa Quiteria y San Bonifacio.

 ¡Que vistas desde aquí arriba!


y hala media vuelta y a desandar el camino!



Bien cansaos pero con premio que acabamos en Benabarre con unos buenos tazones de chocolate y torta pa untar... (que costumbres más buenas estamos cogiendo)

martes, 19 de noviembre de 2013

ALQUÉZAR-ASQUE Y PASARELAS

Fecha real: 16 de noviembre de 2013.
Se nos presenta un fin de semana de maruja y de bricopatxi con el tiempo que han dado.
Como somos unos negaos, ayer nos dejamos todo preparadito para subir a la sierra de Graus a dar un voltio rápido de unos 20 kms. David también nos había propuesto una apetecible ruta por el Pico Santa Marina, en Ascaso, pero con el tiempo que dan no nos queremos desplazar lejos; consuelo es que haya otros piraos que, con las incesantes lluvias y la bajada de temperaturas que se avecinan, se lancen también importándoles un pimiento todo.
Pues nada, que nos levantamos por la mañanita y está gris y fea como nunca, peeero...no llueve. Cargamos todo al coche y...comienza a llover pero bien. Cagüentó!! pues no vamos a salir de Monzón así...Descargamos las mochilas y realizamos otra ruta, la de ir a la ferretería a comprar estanterías para que JC empiece su jornada bricopatxi , peeero, cuando llegamos a casa ha dejado de llover, por supuesto no ha despejado un pelo, pero qué más da!, volvemos a cargar los bartulos y nos vamos a despejar aunque sólo sea un rato.
Elegimos Alquézar, que está cerquita. Lo típico, las famosas pasarelas y la circular pasando por Asque. Resulta que esto lo hemos hecho un montón de veces y no lo tenemos en el blog, por eso estoy aquí escribiendo, ¿cómo no podíamos tener una ruta tan maja metida en este rincón?
Informo pues:
En el pueblo buscamos la porticada Plaza Mayor y subimos por la calle San Lucas hasta que encontramos a la derecha una indicación hacia las pasarelas del Vero. La senda baja, a tramos, mediante pasarelas de madera por el barranco de la Fuente. Pasamos por la Fuente de Monchirigüel arropados a ambos lados por los muros de la imponente Colegiata de Santa María y los de la Peña Castibián y, casi sin enterarnos, nos plantamos en el cauce del río Vero. Desde aquí merece la pena acercarse a la Cueva de Picamartillo, indicada hacia la izquierda.

Colegiata de Santa María

Cueva de Picamartillo


 Si vamos hacia la derecha continuamos el curso del río por las famosas pasarelas. Pasamos la presa y seguimos con nuevos tramos de pasarelas hasta la antigua central hidroeléctrica. Poco a poco la senda va subiendo entre olivares hasta Alquézar. Antes de llegar al pueblo llegamos a un cruce que nos indica a la izquierda la ruta hacia Asque, como el tiempo aguanta (de un gris negruzco, pero sin llover), decidimos hacernos esta circular tan agradecida.
Bajamos de nuevo al Vero para atravesarlo por el puente de Fuentebaños, cuyo nombre se debe a una fuente de aguas de temperatura constante que existe pocos metros más abajo. De nuevo volveremos a subir, ya constantemente para llegar, primero por senda y luego por pista, al pequeño Asque, donde nos recibe la sobria iglesia dedicada a Santa Coloma, en la que destaca el gran óculo que da luz al interior y la torre de mamposteria con las esquinas reforzadas en sillar.





Iglesia de Santa Coloma, Asque

 Salimos del pueblo a mano izquierda de nuevo por pista hasta que llegamos a la indicación del Abrigo de Regacens. Mira que hemos pasado veces por aquí y no nos hemos acercado a verlo, pues hoy va a ser el día, como vamos sin prisa y ya hemos tenido que sacar el paraguas dos veces, qué más da tres o cuatro...
La senda baja hacia el barranco del Castillo entre conglomerados que confluyen con las calizas del Vero hasta llegar al abrigo, que se encuentra a la izquierda del río. Regacens es un covacho grande y con pinturas de estilo levantino (8000-3000 a.C) y esquemático (5000-1500 a.C).
Hay trazas de senda que seguramente nos llevarían al río o bien a la pista por la que íbamos antes para no tener que subir todo lo que hemos bajado, pero, sinceramente, hoy no es día de buscar tesoros...vamos a dejar la investigación para otro día que haga más bueno que ya hace ratos que vamos con el paraguas.

Panorámica de la bajada al abrigo de Regacens, en la grieta se deja ver Alquézar


Volviendo pues sobre nuestros pasos, llegamos a la pista que nos desciende hasta el barranco Lumus donde unos metros más adelante tomaremos una senda a la derecha del mismo que nos llevará al bonito puente de Villacantal, de gran importancia en su día por formar parte del camino que unía el Sobrarbe con Barbastro.
Sólo nos queda ir subiendo mediante lazadas hacia el Collado de San Lucas para ir a parar de nuevo a Alquézar disfrutando en esta subida de uno de los entornos más bellos del Somontano.

Puente de Villacantal


Para calentar nuestros húmedos cuerpos (por la lluvia...que os veo venir) nos acercamos a ver a mi amiga Maite, que nos abre las puertas de su casa y nos invita a riquísimos experimentos de dulces que en un futuro disfrutaremos en su Panadería-Cafetería Obrador, de próxima apertura muy cerca de la Plaza Mayor. Qué maja es esta moza y qué bien le va a funcionar con lo que ella vale!!
Alquézar nos entretiene y Barbastro nos absorbe, primero con la comida calentita-buena de la mama y después con los tragos-cena-mástragos y risas de l@s amig@s de siempre. Y a dormir a la camita-buena de la mama que con este torzón no podemos irnos a Monzón.
Un gran día...pa ser que no daba un duro!!!

jueves, 14 de noviembre de 2013

BARRANCO DE SAN CHINÉS

Fecha real: 9 de noviembre de 2013.
Cinco de la mañana. Las ganas de barranquear pueden conmigo y no me dejan dormir, y no tanto por el barranco en sí (que también, porque se que me va a encantar), sino más bien por la compañía que hoy llevamos. Es gente Termo y hay un cariño especial...Uy!! que me sale la vena moñas total!!
Como no vamos a tener ganas de barranquear con Cris, Javier y Javi Jr. si, entre pitos y flautas, desde junio que no lo hacemos, y con Ramón, ya he perdido hasta la cuenta...
El San Chinés es una opción ideal para recuperar el tiempo perdido porque seguro que hasta que nos aborrecemos de ir juntos por lo larguísimo que es. Estoy sergura de que saldrán a flote esos instintos naturales que tan bien conocemos todos de J.C y Ramón, ahí lo dejo...
Además hay que aprovechar esta época para hacer los barrancos de los alrededores de Vadiello, puesto está prohibido su descenso a partir del uno de diciembre por la cría del buitre.
La aproximación se puede hacer desde Vadiello tomando la subida normal al Borón, pero nosotros la realizamos desde Santa Eulalia la Mayor para evitarnos la fuerte subida desde el pantano.  De esta manera, aunque igualmente es larga, el ascenso es mucho más llevadero. Además, destacables son las excelentes panorámicas que oteamos de la zona teniendo como telón de fondo Fragineto y el ya nevado Pirineo.

La grieta de la derecha es el barranco de San Chinés




Majestuosos mallos Los Pepes


 Durante todo el barranco realizamos oposición incluso en largos destrepes que dada su estrechez permiten el uso de esta técnica y no la del rápel. La angosta grieta de impermeable conglomerado hace que las gorgas estén llenas de agua y nos remojemos desde el inicio, suerte que corre un hilo de agua y están limpias.
Es un descenso muy deportivo puesto que requiere resistencia física dada su longitud y número de rápeles (sobre 19, el más largo de 22 metros). Bueno, aunque algún loco acompañado de una loca secuaz rapelaron sólo tres ó cuatro veces...debían llevar una ventosa en el culo, porque si no, no lo entiendo...











Paredón donde se ubica la ermita de
San Chines

Para salir remontamos entre gigantescas paredes el barranco de Isarre pasando por la ermita de San Chinés para llegar al coche habiendo recorrido un total de 13 kilómetros y medio durante toda la jornada. Realmente, si huebiéramos hecho el trayecto con dos coches nos hubiéramos cansado la mitad, pero también hubiéramos disfrutado menos tiempo de las preciosas vistas del recorrido, el que no se consuela es porque no quiere...Eso si, por la noche picoteando de bares en Monzón, casi me duermo encima de una cazueleta, maaadre que cansera!!!!
No sé como estaremos para tirar de brazo mañana en la ferrata de Obarra... Se acercan por aquí J.M y Pol con sus amigos Vicente, Teo y Úrbez y vamos a acompañarles a esta vía puesto que en su día nos gustó mucho. Por cierto, ya perdonáreis, pero esta ferrata no voy a subirla al blog puesto que está puesta del año pasado, y así de paso pongo ya de una vez al día el blog, jejeje. De todas formas, si queréis consultarla pinchad aquí que hay unas fotos bien majas.
Y si queréis el track del acceso, descenso y retorno del barranco, aquí.