La última de las andadas que realizamos por Tenerife tuvo lugar por la Península de Anaga, que bien poco tiene que ver con los paisajes que habéis visto en las dos entradas anteriores.
Esta claro que viendo las fotos podemos darnos cuenta de los microclimas que posee la isla. Concretamente esta zona poco tiene de roca volcánica y mucho de verde.
El paseo discurre enteramente por espesísimos bosques de laurisilva que atenuados por la niebla que caracteriza esta zona, dejan volar la imaginación hasta creer que estamos en un cuento de esos de miedo que nos contaban de críos. También es llamado " el sendero de los sentidos" por el aroma y la humedad del bosque.
Nos vino al pelo el terminar esta ruta, puesto que el frente de lluvias que tanto mal ha hecho por algunas zonas de nuestro Pirineo, allí entró el jueves 18, día que realizamos esta salida. Cinco minutos antes de acabarla empezó a caer el diluvio universal...
Para terminar dejo como reflexión que no creo que sea la última ocasión que pisemos Las Canarias, eso sí, la próxima vez en otra isla, que a Tenerife le hemos hecho más de 1000 kms en coche haciendo turismo más las tres salidas de monte.
1 comentario:
preciosa esta isla... igual si que repetis, nos tendreis que llevar, no?
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