tiempo Monzón

miércoles, 14 de enero de 2015

OTRA GAMBADETA POR BUERA

Otro día más de los que me lía mi madre y yo me dejo liar encantada para disfrutar con ella de un día de monte con raíces cargado de buenas anécdotas e historietas de críos de pueblo.
En esta ocasión echamos mano de su hermano José como guía, vecino de Buera y que se conoce los alrededores de Buera como la palma de su mano. Cuatro serán los lugares que rondemos: La Peña as Garzas, la aldea  d'Os Corrales, la visita obligada que no puede faltar si se está cerca, la ermita de Santa María de Dulcis y el Peñón del Catre, lugar que me encandiló de tal manera que no puedo evitar volver para disfrutar de la comida.
Sin madrugar, abandonamos las tinieblas de Monzón y Barbastro para dar paso al sol en Huerta de Vero, y cuando llegamos a Buera, pese a estar 0º, el sol quema de lo lindo.
Recogemos a mi tío y, como tiene toque de queda, decidimos acercarnos a los distintos lugares en coche.
Tomando la pista asfaltada hacia Dulcis nos desvíamos por una pista que sale a la derecha, pasada la ermita de San Juan, y que sube a los montes de Sierralta. Una vez subida la altura, dejamos el coche en un ensanche de la pista, al lado de una gran olivera. Retrocedemos unos metros por la pista y nos lanzamos marguinazo (ladera) abajo en busca del enmarañado antiguo camino de Sierralta, desde donde rápidamente vislumbramos la Peña As Garzas (dejé un mojón indicativo); no se trata de una roca exenta, sino más bien de un saliente de roca arenisca que tiene la montaña con unas amplias vistas de toda la Sierra de Guara y los pueblos de los alrededores de Buera. No he conseguido saber nada de este lugar, pero lo cierto es que es un lugar curioso y al que se venía en su día, dado que un murete de piedras hecho por el hombre resguarda un covacho que forma la roca.

José encima de la Peña as Garzas















Tras revisar el piedro de cabo a rabo y jabalinear un rato para llegar a su base, nos volvemos al coche para seguir con la ruta.
Bajamos la pista subida y nos dirigimos de nuevo hacia Dulcis, pero en un cruce a la izquierda, poco antes de llegar a la ermita, nos desvíamos, tomando así una pista de arena prensada que suerte que esta helada para no hacer comedias con la furgo por los barrizales, que no soy yo ningún Carlos Sainz... Avanzamos por la pista llegando a estar justo debajo de la ermita; cuando la sobrepasamos y comenzamos a subir y subir, al llegar a un llano con un cruce de pistas, aparcamos y tomamos, ya a pie, una pista a la derecha y en bajada que en pocos minutos nos lleva a la aldea conocida como Os Corrales, perteneciente a Buera pero autónoma en su día, consistente en unas pocas casas de las que hoy no quedan más que ruinas, a excepción del trujar (pozo para el vino) de la primera casa, que se encuentra totalmente intacto. 

Trujar



Y no viene mucho a cuento, pero me apetece compartir con vosotr@s una sencilla historieta de antaño que mi madre me contó y a cuyas protagonistas, hoy fallecidas, conocí en persona:
Existió una señora d'Os Corrales que tenía una sobrina de Buera conocida como "Encarneta la enaneta" por su baja estatura. Ésta era íntima amiga de una tía abuela mía conocida como "Antonia la ermitaña" porque vivió durante muchos años en la gran casa que estuvo adosada a la ermita de Dulcis hasta el 21 de marzo de 1991, día que se derrumbó durante su restauración (por cierto, malafortunadamente, causando un muerto y dos heridos). A cambio de hacerse cargo del buen estado de la ermita le dejaban vivir en ese caserón y le proporcionaban tierras para su subsistencia. Ambas pasaban muchos ratos juntas, y ambas tenían una cosa en común, sus grandes complejos. Encarneta se veía muy pequeña y Antonia se veía muy fea, así que predicaban una y otra vez a la virgen de Dulcis al unísono que a una le diera más altura y a la otra le consiguiera un novio aunque fuera fea. Otra curiosidad de esta amistad es que, Encarneta poseía una casa en Buera que quería venderse y Antonia le pidió por favor que no se la vendiera y que se la fiara a ella porque se la compraría cuando tuviese dineros, así podría irse a vivir de una vez por todas al pueblo. Encarneta accedió a la súplica de su buena amiga, poniendo como fianza 1000 pesetas que Antonia, la muy pobreta, no tenía, así que echó mano de su cuñada Isabel, y abuela de la que esto transcribe, para que le dejase las perras y asegurarse así la casa.
Esta es la historieta...y una vez contada, continúo con nuestro paseo por Os Corrales.

Pozo al lado del litonero
Avanzando en el camino llegamos a la altura de un viejo litonero seco y tomamos una senda a la derecha que baja hacia el barranco del Pozo, al inicio de ésta encontramos un gran pozo algo enronado pero bien conservado.
Cuando llegamos al barranco mis ojos hacen chiribitas porque el lugar es encantador. Estamos en el molino de aceite d'Os Corrales, repleto de inscripciones en sus muros de los siglos XIX y comienzos del XX, con elegantes ventanas y portada de piedra y con un ruello de piedra (rueda de molino) y una maquinaria de hierro fabricada en Barcelona que me quitan el sentío. Lástima que el tejado cayera hace tan sólo una década y, lo que estaba intacto, tenga hoy un aspecto lamentable. Pero quizás en un futuro el buen hacer de los vecinos de Buera dote a este lugar de una buena lavada de cara, puesto que esta misma semana, mi primico y unos cuantos más, han estado limpiando la senda de bajada a este molino y el barranco que tiene una pequeña fuente, y por donde era imposible el paso por la maraña de zarzas hoy paseamos con holgura disfrutando de un lugar encantador.

Camino hacia el torno





























"En el año 1920 trabajaron en este molino los operarios siguientes.
Remundo Monclús y Leandro Mur. Año 1920"


Tras las fotos de rigor damos por finalizada la visita cuando recogemos perejil y laurel a pie del trujar que antes he citado, cosa que rememora mi madre, ya que las últimas veces que estuvo por aquí, con tan sólo ocho o diez años y siempre acompañada por sus primos Carmen y Juan (hijos de "Antonia la Ermitaña", que finalmente encontró novio, se casó y crío), ella también recogía perejil y laurel de un enorme laurelero para contentar a su madre y así no la regañase por haber ido a parar tan lejos d'o lugar.



Al volver al coche, como vamos bien de hora, decidimos acercarnos a la ermita de Santa María de Dulcis. Y en este lugar siempre vienen recuerdos...en esta ocasión mi tío me acerca hasta el antiguo campo de fútbol donde tantas veces de cría animé en los partidos de solteros contra casados. Terminamos la gambadeta echando fotos en el gran reloj solar de los olivos y en el mirador de la Barraca, donde tenemos visión hasta de Cotiella.

Placeta de Dulcis con los restos de lo que fué el caserón donde vivió "Antonia la Ermitaña"

Reloj solar de los olivos




Bosque de los olivos y ermita de Santa Mª de Dulcis




Finalizamos la jornada buerense yendo a mi debilidad: el Peñón del Catre. Allí comemos tranquilas charlando y disfrutando de sus buenas vistas durante más de una hora.
Y por último se me ocurre una cosa...donde echar mejor el café que en Alquézar, en la panadería L'Artica, así veo el imperio que ha montado mi buena amiga Maite. Hoy nos tomamos un café y nos comemos una piedra de río exquita, pero otro día vuelvo fijo para sentarme en esa flamante terraza de inmejorables vistas y degustar sus tan afamadas hamburguesas o tostadas. Gracias Maite por tu excepcional atención.
Y ahora sí, a casa...a contarle al cabeza de familia las aventuras de las cabras que tiene en casa.

Peñón del Catre

domingo, 11 de enero de 2015

PALA DE MONTINIER (2556 m)

Sábado, 10 de enero de 2015.


Digamos que estas manitas se van a dedicar a transcribir lo que de boca de J.C sale: 


Harto no ver el sol por tierra baja desde hace días me escapo con mis amigotes Pol y J.M, hoy que me han dejado de soltero, a tierra alta a ver el sol .
Previa quedada en L'Ainsa para reagruparnos arrancamos hacia Tella. Poco antes de llegar al pueblo, a la altura del dolmen, nos devíamos a la izquierda por una pista y la seguimos durante un kilómetro y medio aproximadamente hasta encontrar una valla. Aquí comenzamos a pie.
Primero seguimos la GR-19.1 que sube hasta el Portillón de Tella a ratos por pista y a ratos por senda.
Durante el trayecto salen a nuestro encuentro cuatro enormes piedras clavadas en vertical y otras dos con piedras superpuestas. No salimos del asombro al verlas...¿quién ha puesto esto aquí?¿cuándo y cómo lo hicieron? ¿cuál es su significado?, pero ninguna duda sabemos resolver...Antes de llegar al Portillón, pasada la última piedra llamativa, giramos a nuestra izquierda en busca de la base de la montaña. Al llegar a ella vemos que sólo es factible ganar altura por una gran pedrera de piedra suelta y fina. Finalizada ésta llega roca más firme aparentemente, puesto que hay también mucha piedra suelta y hay que tener mucho cuidado de no tirarlas al compañero que llevemos debajo.








Es aquí donde empieza una sucesión de pájaras, consecuencia de las farteras navideñas: a uno le da un tirón, el otro tiene que comer cada cuarto de hora porque ha ensanchado el estómago estos días y se queda sin energía, bueno...y luego está el superman...al que nunca le pasa nada (cochina envidia te tenemos!!).



Finalmente conseguimos llegar a la cumbre los tres juntos pese a las vicisitudes pasadas y aquí disfrutamos de las estupendas vistas que nos brinda el pico y de un tiempo primaveral que nos permite ir de manga corta. Todavía no se ha conocido invierno y ello ha quedado patente en la ascensión de este pico tan sólo teñido de blanco en su cima y en la cara norte.

Emprendemos la bajada para comer en el piedrolo que más nos ha llamado la atención de los seis que hemos visto subiendo. Y como el vino nos ha sabido a poco, echamos una birra contemplando el atardecer sobre la peña Montañesa desde Escalona. Vámonos corriendo pa casa que me veo subiendo con frontal: uno que por aquí no la ha subido, uno que por allá tampoco...
Y sin más finaliza el día, unos en el teatro y otros preparando ruta para mañana.
Si queréis el track, aquí.

viernes, 9 de enero de 2015

VÍA VALLE DE TENA (PEÑA FORATATA)

Pues ya se que han llovido meses desde que realizamos esta actividad, pero es que aún andamos con retrasos en danza, y esta no puedo dejar de ponerla puesto que nos encantó pese a lo que nos hizo sudar, y seguramente por eso fué...cuando en algo sudas la gota gorda y lo consigues, luego te sientes eufóric@ y orgullos@ de haberlo hecho.

Viernes, 15 de agosto de 2014.

Manda narices, si mi madre viese que el día de su cumpleaños me estoy metiendo en estos berenjenales, cogía la zapatilla y no la soltaba hasta dejarme el culo plano, que ya es difícil...
Hoy nos vamos a atrever con una afamada escalada: la vía Valle de Tena, que asciende parte de la majestuosa Peña Foratata.
Será la tercera vez que vayamos a este peñasco, pero sin duda alguna será la forma más elegante de acceder a él, y eso que no haremos cima esta vez.
Nos acompañan en el lío Lolo y Ale, así que iremos dos cordadas.




Explico la aproximación:
Pie de vía
Llegados a Formigal, aparcamos en la calle Foratata y seguimos una pista a la derecha; atravesamos una verja metálica y al rato encontramos un camino a la izquierda que tomamos y que al poco está señalizado con marcas azules y blancas; éste nos lleva al Collado de Baladrias, donde ascendemos por el lomo hacia la izquierda atravesando en diagonal hacia la base de la pared (hay algún mojón). El pie de vía nos lo indican un gran círculo azul de plástico clavado en la pared y la inscripción V.T. Esto nos lleva unos 45 minutos.
Aquí descansamos un poco para dejar tiempo a un par de cordadas que vemos delante (por lo visto esto es una romería de escaladores, se conoce que la vía tiene famita...puesto que detrás nuestro aún llega otra cordada y cuando acabamos la vía aún vimos otra más que estaba empezándola).
La vía consta de 9 largos en roca de buena calidad, aunque hay que tener cuidado con las piedras que andan por ahí sueltas. Su máximo grado es un 6a+ o 6b localizado en el séptimo largo y son necesarias dos cuerdas de al menos 40 metros (nosotros llevábamos dos de 60 m y fué un engorro trabajar con tantos metros en las reuniones pequeñas) y 12 cintas express.
Paso a detallar largo a largo:

L1: 30 m, V-, III, V-.
L2: 25 m, V+, III, V-.
L3: 30 m, IV- y V. 
L4: 25 m, IV, V-, V+. Placa lisa en la que hay que fiarse de la adherencia a tope.
L5: 35 m, V y V.
L6: 35 m, V y V-.
L7: 35 m, V y 6a+/6b. Mucho cuidadito en esta chimenea que no la regalan...El grado es muy continuo. Está muy bien equipada, lo que facilita acerar para salir del paso si es necesario (que en nuestro caso lo fué, hicimos un "acering chimené" de los memorables). Quede constancia en este escrito de nuestra gratitud a los primeros de cordada, que le echaron un buen par...y más aún a Lolo, que fué el primero que entró en la boca del lobo. 
Al terminar la chimenea llegamos a una reunión extremadamente pequeña y con buen patio, en la que a duras penas caben dos personas. Mucho orden aquí con las cuerdas que a mi me dió por jugar a "enredos" y no veas lo que me reí...
L8 :25 m, IV+, V. Pequeña chimenea muy estrecha en la que hay que evitar encajarse, sino no se pasa con la mochila.
L9: 25, IV, III.

Primer largo

Segundo largo
Tercer largo


Séptimo largo. Exigente chimenea.

Vistas al pie de la chimenea

Casi al final del L7

Noveno largo

Final de la vía

Cuando terminamos la vía, nos fundimos en abrazos por la satisfacción de haber salido airosos de algo que está por encima de nuestro 6a justito, así que echamos la foto de sonrisa profiden y comemos algo rápido y nos vamos para abajo, que tenemos entendido que la bajada también se las trae. Vamos hacia la izquierda buscando el mejor paso con cuidado siguiendo unos mojones que nos llevan a la vira Fermín, donde no hay que bajar la guardia dada su exposición. Llegaremos al canal sur donde encontramos un destrepe de III- equipado para rapelar, pero que por la izquierda se destrepa bien. Ya sólo nos resta ir a coger la senda que hemos usado para aproximarnos a la vía esta mañana.
Cuando llegamos al coche estamos contentos pero muertos de hambre y sed, poco nos hemos nutrido e hidratado...y esto nos pasa factura al terminar. Lo peor de todo es que no nos acordamos que es festivo y estamos sin cena!!! al final rebuscando por los armarios siempre se encuentran tesoros perdidos y nos damos un festín en un día de fiesta. 

martes, 6 de enero de 2015

SIESO DE JACA, ARTASO, LARROSA Y ACÍN DE GARCIPOLLERA

Sábado y domingo 3 y 4 de enero de 2015.

Tras la interesante charla ofrecida el viernes por Christian Laglera sobre los Despoblados en Huesca en las jornadas culturales de la Asociación Erata de Biescas, cambiamos la rutas planeadas porque se nos pusieron ganas de ir a visitar algunos de los pueblos que se mencionaron y que nos caen cerca de la zona.
Así que el sábado, sin madrugar nada, le dedicamos el senderismo a Sieso de Jaca y a Artaso.
En Ipiés tomamos la carretera hacia Javierrelatre. Un kilómetro antes de llegar al pueblo cruzamos un puente donde hay una pista con un buzón con el nombre de los dos pueblos. Aparcamos al comienzo de ésta y comenzamos a andar. Realmente se puede llegar a ambos núcleos en coche puesto que la pista está bastante bien, pero nosotros tenemos que dar el paseete del día...
Sieso de Jaca
A los cuatro kilómetros llegamos a Sieso de Jaca, donde se aprecia vida puesto que desde hace nueve años unos neorrurales se encargan de devolverle su existencia rehabilitando diversas viviendas y limpiando todo el pueblo. La iglesia de San Miguel no conseguimos verla, pero luego leyendo el blog de Christian descubrimos que en el año 2010 la torre cayó encima de su ábside románico, devastando así el edificio.





Siguiendo por la pista hacia arriba, a unos cinco kilómetros más, llegamos a Artaso, también con señales de nueva vida, aunque aquí han empezado a rehabilitarlo hace tan sólo cuatro años. Hacemos las pertinentes fotos de las zonas más relevantes del pueblo, la plaza con un bonito pozo en torno a la que se estructura el urbanismo y la iglesia de San Julián, con un bonito crismón trinitario y una llamativa torre campanario de dos cuerpos y, cuando estamos a punto de reemprender la vuelta, nos asaltan las dudas: ¿y si nos acercamos hasta la Pardina Lorés que está aquí al lado? pero...no estaba previsto y por tanto ya es tarde, como ayer sin querer se nos quedó el gps encendido hoy vamos casi sin pilas y no llevamos mapa; llegar a Lorés no es el problema, el problema es que si la queremos hacer circular, después de Lorés hay que hacer dos cambios de pistas y sin mapa y si nos quedamos sin pilas mal...y si volvemos hacia atrás nos va a salir un chorizal tremendo y no vamos bien de hora ya, para más inri aún tenemos que comer...Hagamos lo correcto pues, media vuelta y ya iremos otro día a Lorés desde Bernués y así conocemos otro trozo de monte.
Así pues, damos media vuelta y comemos en Sieso de Jaca. El tiempo es inmejorable, tanto que cae hasta una siesteta de un cuarto de hora enroscaos de malas trazas en una piedra, cosa que nos vendrá bien para aguantar un poco más esta noche en la cena de la asociación Erata.

Artaso

Iglesia de San Julián










Evidentemente, como había sueño por el trasnocheo, el domingo amanecemos sin despertador, tarde de nuevo...pero como el paseete lo tenemos que dar, optamos de nuevo por dos despoblados de la Garcipollera que nos llevarán tan sólo un  par de horas: Larrosa y Acín de Garcipollera.
En Castiello de Jaca tomamos a la derecha la carretera que nos adentra al solitario valle de la Garcipollera, que hoy sorprendentemente está petao de turistas y senderistas. Dejamos nuestro coche en el merendero de la chopera de Acín y comenzamos a andar por la pista y, cuando cruzamos el segundo barranco, abandonamos la pista y seguimos unos mojones hacia la derecha que nos llevarán en media hora escasa a Larrosa, un núcleo en el que llegó a haber un centenar de personas, por tanto, no estamos ante un pueblo pequeño. Sus casas son grandes, pero lo que más llama la atención es la iglesia de San Bartolomé, una joya de estilo serrablés del siglo XI que corre un riesgo importante de derrumbe, lo cual sería una lástima.








Iglesia de San Bartolomé

Larrosa a lo lejos

 Para salir del pueblo de manera diferente cogemos una GR en subida que va a parar a una pista que a la derecha lleva a Acumuer y a la izquierda baja a la pista que sube a la iglesia de Santa María de Iguácel (S.XI), que volvemos a visitar por quinta vez porque nos encanta la belleza de este templo románico.

Santa María de Iguácel

Cuando llegamos al coche subimos en dos minutos por senda al despoblado de Acín de Garcipollera , muy destruído, y lo que se conserva en mejor estado, por decir algo, es su iglesia advocada a San Juan Bautista. Sólo su ábside deja constancia del antiguo templo del siglo XIII que aquí se erigía, y como no se tomen medidas, en poco tiempo dejará de hacerlo, puesto que está en muy mal estado.
Como podéis ver, dos rutitas cortas, sencillas pero con unos patrimonios nada despreciables para disfrutar de un buen rato.

Si queréis los tracks, aquí y aquí.


Iglesia de San Juan Bautista