tiempo Monzón

viernes, 13 de diciembre de 2013

CIRCULAR A SASÉ

Fecha real: 7 de diciembre de 2013.
Seguimos profundizando en La Solana, y Sasé merece una visita exclusiva ya que es el pueblo del que tengo descendencia directa, así que, ya por sexta vez en mi vida, vuelvo a pisar esta pequeña aldea a la que tengo tanto cariño.
Esta vez subiremos por el Camino Yardo, del que apenas tengo recuerdos, aunque fué por el que subí la primera vez que mi padre me llevó a Sasé siendo una cría. La senda parte, si venimos de Boltaña, justo pasado el puente del Barranco Yardo, a mano derecha y en fuerte subida. Nosotros dejamos el coche en Fiscal y realizamos sobre dos kilómetros andando por carretera dirección Boltaña hasta que encontramos el camino.
La senda está bastante practicable, todavía quedan tramos empedrados al comienzo pero también otros desmoronados al final. Se sube paralelo al Barranco de Yardo pasando por antiguos campos de cultivo hasta encontrarnos con una pista que a la derecha va a parar a Muro y a la izquierda a Sasé, el antiguo camino en este tramo se ha cerrado.
Sorprendentemente no estamos sólos, dos grupos más transitan este poco conocido y nada marcado camino. Para colmo el mundo es un pañuelo, y uno de los integrantes del primer grupo ha realizado barrancos con JC y es de Fonz!!, nos cuenta que conoce este camino porque subió en los años 90, cuando Sasé estaba masivamente ocupado por la agrupación Colores, le habían traído por este camino a pasar un fin de semana a Sasé. También nos cuenta que lleva en mente el mismo objetivo que nosotros este invierno: recorrer todos los pueblos de La Solana. Ya ves...te piensas que sólo se te ocurren a ti cosas así y resulta que el vecino de al lado las está haciendo ya. El grupo más avanzado nos cuenta que han subido por esta senda porque querían subir a Sasé y como no sabían por donde, han tenido la suerte de encontrar a otro grupo que les han dicho que tenían que ir por aquí. Vaya suerte chicos!!! porque esto no es lo normal!! lo normal es que por aquí no venga ni Dios. Aunque sus tiempos, este camino era el más utilizado y directo para subir a Sasé y los del lugar lo empleaban cuando tenían que bajar hacia Boltaña.
Llegamos a Sasé, situado a 1205 metros de altura en una suave ladera del barranco de Santiago, en el que tantas veces mi padre se bañó. La arteria principal, la Calle de San Juan, está bien definida; el resto de la población la componen plazas y callejones donde se agrupan las 21 casas, las bordas, la escuela y la iglesia-abadía de San Juan Bautista (destacable la alta torre defensiva, el crismón esculpido en el tímpano, el pavimento con rosetones de cantos de río que hoy lamentablemente están cubiertos de agua y excrementos de vaca y la pila bautismal, fechada de 1656).

Camino Yardo



Restos del título "Sasé" en la escuela



Iglesia de San Juan Bautista














Camino a Cájol
Ermita de Santiago

Tras examinar con detalle la patente decadencia del pueblo y comprobar que los "neorrurales" siguen sin recoger la basura generada durante sus años de ocupación, nos encaramos camino Cájol para subir a la Ermita de Santiago que está aquí mismo y JC no la conoce. ¿Astí mesmo mesacha? Fa muitas añadas que tu no biens per astí!!!! pues si, hace nueve años...pensaba que estaba más cerca, la verdad...nos tiramos una hora de reloj bajando primero a la fuen de Canarella y luego subiendo hasta llegar al collado Espinalvilla donde se encuentra esta ermita tan cuca con grandes vistas al Pirineo y a las aldeas de Cájol, Castellar y Semolué, visitadas hace bien poco. Parece ser que la ermita fué construída en lugar de otra que estaba más arriba, concretamente en las faldas de la montaña Suerio, donde se apacentaba el ganado de la zona.
Aquí comemos tranquilamente porque el día no puede ser mejor, completamente limpio y caluroso.

Camino a Fiscal

Volvemos sobre nuestros pasos a Sasé y en el trayecto casi somos embestidos por siete bicimontañeros. ¿Pero cuánta gente hay en este monte perdido de dios?, la verdad es que estoy alucinando...todas las veces que he estado por aquí he andado en la más absoluta soledad y hoy esto parecen Las Ramblas.
Para hacer la ruta circular, en Sasé tomaremos el Camino a Fiscal, para bajar directos a donde tenemos el coche. Este camino está indicado como PR-HU-42, también está más limpio, más empedrado y más enmurado que el de Yardo.
Y tras 18 kilómetros y 900 metros de desnivel acumulado, terminamos uno de esos días especiales por algo tan sencillo como unas raíces que tiran cada vez más pese a que éstas se marchiten en su lugar de origen.
Si queréis el track, aquí.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

TRIPLETE DE FERRATAS POR LOS MALLOS

Fecha real 06/12/2013
Por fin ha llegado ese puente-acueducto que vemos reflejado en calendario desde principio de año y que tantas ganas tenemos de disfrutar, encima con el tiempo super bueno que se avecina, vamos a darlo todo.
Quedamos con Vicente y J.M. para realizar triplete de ferratas: Varela Portillo y La Mora, en Peña Ruaba, y Cubilillos en Riglos.
Después del riguroso café con bizcocho carpiano al aroma anisado, que esta vez tiene lugar en Murillo de Gállego, nos ponemos en marcha que el día va a ser completito.
Para llegar al aparcamiento hay que seguir en Murillo de Gállego la indicación de un cartel morado a la ermita de la Virgen de Liena, cuando vemos el segundo cartel morado lo descartamos, porque señala a la izquierda, y tomamos una pista de tierra a la derecha que pasará por dos balsas de agua. Tras cruzar un barranco seco y llegar a una pronunciada curva a la izquierda, aparcamos el coche. La senda sale evidente a la derecha llevándonos directos a la base de la peña y luego la rodea por su izquierda ganando la profundidad del valle hasta llegar, por penosa subida de piedra descompuesta, al inicio de la ferrata Varela Portillo, por la que se recomienda subir y no bajar.
Con pocas grapas y alguna cadena para estirar llegamos, siguiendo toda la cresta, a la cima de Peña Ruaba disfrutando de unas preciosas panorámicas de todo el agreste entorno: los Mallos de Riglos, el río Gállego, el Pirineo, la Hoya, y hasta el Moncayo, esto compensa lo escasa que se nos ha quedado la ferrata en sí.













 Para encontrar la ferrata de la Mora, que es la que se usa normalmente de bajada, basta con seguir la marcada senda hacia el sur y luego al sureste donde aparece el cable de vida de la ferrata, aunque más bien es un camino equipado, puesto que el trayecto tiene un total de 4 grapas nada más.
Terminamos en una senda que si la seguimos hacia la derecha iremos a parar al coche en unos 20 minutos.


 


 Vamos con el tiempo algo justo para ir a la ferrata de Riglos. Nos lo hemos tomado con la calmita y ahora nos va a tocar casi correr. Vicente tiene otros proyectos para esta tarde y además las horas de luz son ya escasas.
En Riglos dejamos el coche en la base del Centro de Interpretación. Aquí comemos rapiditos y nos dirigimos raudos y veloces por pista hacia la Pared de los Buitres hasta que subimos y subimos  por senda para llegar a la ferrata, empiezan  entonces a darnos pájaras y pajarones varios por la combinación de la tripeada-maratón.
Desde la última vez que estuvimos aquí la senda se ha cerrado bastante conforme nos vamos acercando a la pared, quicir, que nos toca jabalinear incluso yendo bien.
La ferrata se ha reequipado y actualmente se sube bien. Hace unos años el primer tramo estaba sin cable de vida y tampoco había algunos de los peldaños que hoy se agradecen, o no, si queremos más dificultad. Las clavijas suben primero por una chimenea estrangulada por un árbol y por varios gradones verticales de la pared. Casi sin interarnos llegamos al Mirador de los Buitres y fin de la ferrata, donde las vistas son una auténtica chulada.



 

A la izquierda Peña Ruaba y a la derecha los Mallos de Riglos

 Se puede bajar rapelando o bien por el camino equipado de la Peña Don Justo, super recomendable esta última opción porque parece que estamos realizando una segunda ferrata, la senda se cuelga, se empina, baja por escaleras incluso pasa de una roca a otra mediante cadenas, toda una sorpresa para aquél que no la conozca. Este camino va a parar a la senda por la que hemos accedido a la ferrata, así que sólo tenemos que seguirla en sentido contrario para volver al coche.
Llegamos a él con las últimas luces del día, espectáculo que no habíamos presenciado nunca y que es digno de ver: los mallos de riglos parece que se han prendido fuego, están iluminados por rojos y ocres intensos y mi fotidedo se vuelve loco y no puede parar de echar fotos, aunque luego las instantáneas no tengan nada que ver con la realidad vista...
Cerramos así una intensa jornada que se ha pasado en un volao porque cuando se va a gusto y la actividad es maja una ni se entera.






lunes, 2 de diciembre de 2013

PICO PEIRÓ (1586 m)

Fecha real: 24 de noviembre de 2013.
Pues no era esta la idea...pero cuando el tiempo no acompaña se busca cualquier alternativa con tal de no volverse a casa, y hoy nos ha salido esta.
8:30 de la mañana: primer bar de la jornada en Sabi.
Después del necesario café nos dirigimos con J.M y Pol a la Peña Rueba a subir por la ferrata Varella Portillo y a descender por el barranco Refollao (nombre en honor a las exquisitas tortas de Ayerbe con dicho nombre, como el barranco sea tan bueno como las tortas vamos a flipar, no sé por qué me da que no...si aquí no viene ni dios por algo será). Llegados al destino salimos de los coches y una ciercera heladora nos hace tomar la rapidísima decisión de irnos al bar que aún tenemos un poco de talento.
10 de la mañana: segundo bar de la jornada en Murillo de Gállego.
Decidimos no irnos a casa. Todavía existen sitios no muy lejanos que queremos explorar. Decidimos intentar por Arguis el pico Peiró con descenso por el barranco de su mismo nombre, a ver si hay suerte y la sierra de  Gratal nos corta algo el aire...
Acertada de lleno. Solo sopla un poco, asi que vamos al lío.
En la carretera que une Arguis y Bentué de Rasal, sale una pista donde se separan las cuencas de los ríos Isuala y Garona y que desciende hasta la base del pico Peiró.
El pico nos sorprende en todo. Desde su camino, cosido a barandillas de esas que tanto afean las rutas, pero que son absolutamente necesarias para no caer al abismo de medio metro que tenemos al lado, hasta su morfología, con multitud de escarpadas lajas de roca caliza, su extenso hayedo y, por supuesto sus amplias vistas al llano y al nevado Pirineo.
En la cumbre, comemos cuatro dátiles y nos vamos sin perder mucho tiempo porque todavía nos queda el descenso del barranco.



 


Pues ni barranco ni ná. Que hoy tenemos el día cruzao!!, aún tenemos que dar gracias que se ha dejado hacer el pico... Intentamos entrar al barranco por una ladera que se ve medio limpia por evitar el cauce tan lleno de nieve y maleza, pero nos metemos una jabalineada de esas memorables y, total para volver de nuevo a la pista en busca del cauce a  ver si por ahi entramos mejor. El comienzo, tira que te va, pero llegamos a un resalte que si bajamos no podemos subir, esto sin nieve se baja en un plis, pero hay nieve p'aburrir; además es tarde ya, además un miembro del equipo va sin equipo, vaya equipo!!, además tampoco debe ser muy majo esto, necesitamos más excusas??, pues no, vámonos al bar.
3 de la tarde: Tercer bar de la jornada en Arguis.
Comemos bien calientes y con una buena cerveza dando envidia a unos y otros de lo que no hemos hecho. Menos mal de lo bien que lo pasamos, porque ultimamente los planes no es que salgan muy bien...

jueves, 28 de noviembre de 2013

CIRCULAR POR LA SOLANA

Fecha real: 23 de noviembre de 2013.
Esta es una cuenta pendiente personal que tenía hace mucho tiempo y que hoy he empezado a saldar. Pasear por los despoblados de La Solana produce en mi sentimientos que tocan en lo más hondo de mi corazoncito puesto que mis raíces paternas provienen de este abandonado valle, más concretamente de Sasé.
Catorce son las aldeas que conforman este sorprendente y aislado valle que fueron despoblándose poco a poco en los años 60 como consecuencia directa y forzosa del proyecto de construcción del embalse no realizado de Jánovas y la obligada reforestación del perímetro del mismo, entre otras causas más secundarias como la falta de servicios y recursos, la industrialización de las ciudades, la degradación del sistema hereditario establecido y la ausencia de mujeres.
Seis de estos catorce pueblos son por los que hoy circularemos: Giral, Castellar, Semolué, Cájol, Burgasé y Gere. 
Se unen a esta dicha David, Elena y Pol.
Permitidme que no me explaye demasiado en explicaciones sobre la ruta en sí, puesto que hay muchos carteles indicativos y buenas sendas y pistas para realizar la ruta sin problemas, aunque nosotros nos los buscamos solitos para darle más emoción al día.
Viniendo de Boltaña, cogemos la pista que hay a la derecha antes de llegar a Lacort. Está en bastante buen estado hasta Giral, que es donde iniciamos la caminata. Precisamente éste es el único de los seis pueblos que no está ocupado, aunque, como a él sí llegaron las magníficas subvenciones con el kit de barandillas de esas que no hacen falta para nada, su estética se afea bastante. Respecto a la ocupación del resto de aldeas, me voy a reservar un poco mi opinión a cerca de la acumulación de todo tipo de trastos y feos toldos en los tejados que existen en las antiguas casas y que han traído los nuevos habitantes, pero creo que se me ve el plumero…


Giral

Cañada hacia Castellar


 Desde Giral tomamos una senda hasta Castellar y de aquí otra hasta Semolué, unir estos dos resulta algo complejo si no se conoce el terreno, y menos si todo está lleno de nieve, como es el caso.  Menos mal que una nueva habitante del lugar nos indica por donde.

Iglesia de San Saturnino en Castellar


Perfectos muros de Castellar

Iglesia de San Salvador en Semolué



 De Semolué a Cájol es tan sencillo como coger la pista y seguirla en ascenso hasta llegar a Cájol. Nuestro track marca una senda por dentro de un pinar hasta llegar de nuevo a la pista y así alcorzar, ERROR, jabalineo puro y duro por todos toditos los campos de Cájol, puesto que subimos una a una sus fajas. Es mejor ir todo el tiempo por pista hasta la Pardina de Alseto (un buen sitio para comer sino porque hace un frío que pela).

Panorámica de los dos barrios de Cájol

Torre de la iglesia de San Salvador en Cájol
Restos de la pizarra de la escuela










 Para llegar a Burgasé también es mejor seguir siempre la pista. Pues nosotros... NO. Muy conscientes todos de la nueva jabalinada que nos íbamos a pegar, arreamos monte drecho directos al pueblo, y acortar si que acortamos, pero cómo nos retozaríamos por nuestra amada naturaleza para que a alguno le salieran pinchos hasta en…si,si, pensad mal una vez más!


Burgasé




Iglesia de la Asunción en Burgasé


Hasta Gere seguimos por monótona pista que casi agradecemos después de lo vivido hace un rato. Y, cuando llegamos al pueblo, un arca de Noé enloquecida nos recibe, y, porque no le tenemos miedo a nada, pero semejante revolución faunística era para apretar a correr. Perros, ocas, gallinas, burros y hasta un cochín no se tranquilizan hasta que nos ven salir del pueblo casi por patas ante semejante bienvenida.

De nuevo por pista, que esta vez se hace ya larga (menos mal que la buena compañía la hace más llevadera) andaremos hasta llegar al coche donde finalizaremos una completa jornada que revive la dureza de la vida de nuestros antepasados cercanos.
Si queréis el track, aquí.

Iglesia de San Pedro en Gere
Recibimiento ocuno en Gere