CORREDOR N.E DEL BISAURIN

El domingo 21 de abril tocó gran madrugón para librar una dura batalla.
A las 6 de la mañana habíamos quedado con Lolo y Ale en el refugio de Lizara. Un cuarto de hora para preparar las macromochilonas y nos ponemos en marcha.
Bien abrigados, porque estamos a 0º y sopla una brisa fresca, encendemos frontales porque no se ve ná, y empezamos a andar detrás del refugio, por la GR-11, hasta desviarnos más adelante a la derecha, e ir rodeando, poco a poco, el macizo del Bisaurín hacia su vertiente norte, siguiendo el barranco Osia.
Nos adentraremos en el valle que forman la sierra de Secús y el Bisaurín, hasta llegar por una empinada pala al collado de Secús.

Panorámica desde el Collado de Secús

Es aquí donde paramos a equiparnos y meternos un chute de energía, que lo vamos a necesitar.

Decidimos abrigarnos bastante porque ahí dentro la cosa va a ser calmada y, con el frío que hace, igual nos quedamos tiesos. Errooooooor: terminamos el corredor rojos como perdigachos y no precisamente por el sol, sino por el sofocón del calor con tanta capa encima.

Trayectoria del Corredor NE

Desde el collado de Secús descendemos unos metros en diagonal para coger el inicio del corredor. La primera zona,  más inclinada, la encontramos con hielo, así que hicimos uso de tornillos de hielo para asegurar. Después el corredor se ensancha ganando amplitud y abriéndose en unas vistas espectaculares.

En algunas reseñas catalogan este corredor como PD+, e inclinaciones de 50º, esto sería si subiéramos por la derecha del corredor, evitando así los resaltes de hielo, pero por donde lo subimos nosotros la dificultad es AD, y la inclinación en los resaltes es superior a los 60º. Señalo esto para que no de lugar a errores a futuros intrépidos que se metan en estos lares.

Aproximación a la entrada del corredor

 




   El comienzo, los resaltes estaban con hielo

La nieve durita, ideal para disfrutar

Llegando al fin, sin apenas fuerzas

A la salida del corredor nos recibe un gran culo francés poniendo un huevo. Sabemos que es francés porque, al terminar la faena, muy educado él, nos vino a saludar y a preguntar por dónde habíamos subido. En fin...
Desde aquí se emprende la ruta de la vía normal por la norte, que en un cuarto de hora nos llevará a la cima.

Cornisas del Bisaurín repletas de nieve

Al llegar a la cumbre, no sabemos si estamos en Salou o en Cambrils, casi hay que pedir la vez para echar la bolseta de plástico antimojaculos para poder sentarnos a descansar en la nieve.
Disfrutamos del momento de cumbre más de una hora porque se está de lujo. No hay viento, no hace frío y hay un sol buenete buenete. Y, como el mundo es un pañuelo, aquí nos encontramos con gente conocida de la zona y charramos un buen rato.

El grupo en la cima, a 2670 m

Aguas Tuertas

 

Después del broncedado, nos levantamos para comenzar el descenso y: Jarrrrrrrrrrllllll!!!!!!!, no puedooorrrrrr!!!!, por la glorrrrrria de mi madrrrrrreee!!!!. Me he convertido en Chiquito de la Calzada. Joder, qué mal de gemelos!!!, pero las agujetas no se tienen al día siguiente????, no puedo casi caminar... Poco a poco, recuperamos la compostura para ir descendiendo por la vía normal de la cara sur, y completar así, una circular guapísima en este macizo tan mítico.
Un auténtico placer compartir esta magnífica actividad con tan buena gente. Cuando los planes salen bien, éstos llevan a otros...que ganas tenemos de que lleguen los futuros!! que no están nada lejos...