PICO DE SANTO DOMINGO (1535 m)

Primer sábado de abril y las previsiones meteorológicas son penosas para subir alto, fuertes vientos, lluvias y nieves. Vaya forma de empezar la primavera :(

Sacamos de la chistera una excursión que de nuevo resulta sorprendente, una circular al Pico Santo Domingo.

Nos vamos pues a Zaragoza, hasta el pueblecito de Longás, perdido donde los haya, ¿por qué a estas pobres gentes no les asfaltan 13 kms de pista para estar un poquito mejor comunicados?. La pista es transitable con un coche normal, y además es preciosa, pero se hace larga. El pueblo también nos sorprende. Está muy bien conservado su antiguo trazado medieval, tiene casonas con símbolos de antiguos linajes, una esbelta torre-campanario, y un pequeño puente románico.

La ruta está muy bien señalizada, se pasa por delante de la iglesia y del bar y, al final del pueblo, aparecen carteles indicativos que se sucederán en nuestro recorrido. En el primer tramo habrá que saltar dos ballas de ganado, cruzar el río Onsella y pasar por delante de las ruinas de un antiguo molino. Poco a poco el monte bajo se va convirtiendo en un espeso pinar muy estético que nos acompañará casi hasta la cumbre.
Se llega a una intersección, a la izquierda se sube al pico por la Collada de San Esteban y a la derecha por la   Fuen d'Os Berros (los lugareños nos comentaron que mana el agua roja o blanca dependiendo del caudal). LLevamos un track en el jipi que nos sube por la fuen y nos baja por una larga pista, así que decidimos no hacerle caso y subir por senda a la collada y bajar por la fuen también por senda, que las pistas son un coñazo. Ahora habrá que confiar en nuestra magnífica orientación montañera, que con tanta nieve igual resulta penosa.

 El bosque está chulísimo gracias a la nevada que ha caído esta noche, pero cuando llegamos al collado, la nieve nos despista un rato porque no se ve la traza de la senda para subir al pico, así que tiramos p'arriba y, tras un par de emboscadas, rápidamente encontramos el camino que, cómodamente, nos sube hasta otro collado. Aquí, aunque el pico nos cae a la derecha, tendremos que bajar hacia la izquierda unos metros para  luego encararnos, ya a derecha, hacia una vaguada que nos ofrece unas vistas de una de las Rayas de Santo Domingo que quita el sentido. Vaya peazo cresta!

Llevamos toda la jornada pasando frío, y hemos tenido la suerte de subir al collado entre barrancos que nos resguardaban del viento, pero llegados a la vaguada la ventisca es infernal. Unos metros antes de la cima se ve la Ermita de Santo Domingo. Nunca he rezado tanto para que una ermita estuviese abierta! Dios qué frio!!! y qué hambre!! como esté cerrada no comemos en todo el día con este temporal... yo desfallezco y J.C, ni te cuento!! parecerá el león de la Warner!!

Llegamos a ermita. Abrimos puerta. BIEN!!! Tengo las manos tan heladas que casi no puedo abrir mi mochila para sacar la comida, y es todo un cuadro el manejo del tenedor en estas condiciones. Esta nutritiva parada, aunque positiva, también es negativa, porque este sitio es un arcón-congelador que nos ha dejao patitiesos.

Rápidamente nos vamos al pico y echamos una foto, imposible poner la cámara en automático, saldría volando a tomar por cu... saco. Y bajamos rápidamente que aquí no se puede vivir!! Creo que hoy van a amputar manos... no puedo ni llevar los bastones del mal que me hacen.

Interior de la ermita 

Cima de Pico Sto. Domingo, al fondo la ermita

Fuen d'os Berros, con vasos y todo.

 La senda de bajada está muy indicada con carteles, no tiene pérdida. El recorrido sigue siendo muy majo, además se incentiva al pasar entre las altas paredes de las Rayas de Santo Domingo.
Poco a poco nuestros cuerpos van recuperando la temperatura normal y desaparece la chepa que nos ha salido hace unas horas a causa del vendabal y, a la llegada al pueblo, volvemos a ser definitivamente personas al tomarnos un café con leche que nos devuelve la vida. Aquí nos hubiéramos tirado toda la tarde charrando con los lugareños, pero como esto está lejísmos y aún tenemos que pasar la pista que ahora estará llena de barro, nos despedimos de tan grata compañía y nos vamos antes de que empiece a llover, que parece que amenaza.
Se me olvidaban los datos: 16 kms y 1000 metros de desnivel acumulado.
Si queréis el track, aquí.