Fecha real: 11 de enero de 2013.
Después de una semana cambiando de planes día a día para el fin de semana, finalmente se tercia vía guasap una salida de raquetas con Vicente, Natalia, Tere y Jose.
El destino ya estaba elegido: los ibones de Anayet, un paraje que siempre encandila por su infinita belleza.
Parte del grupo se estrena hoy con los "infiernos estos" (raquetas) y nos echamos buenas risas nada más empezar a andar por lo que cuesta meter los cacharros, lo torpe que se anda con ellos, lo escocido que parece que vas, pero poco a poco todos nos vamos haciendo a ellos.
Salimos del parking Anayet en las pistas de esquí de Formigal y giramos a la derecha profundizando en el valle que forma el barranco Cubilillas. Sin pérdida alguna, se llega a la explanada de los ibones de Anayet, que hoy están completamente tapados por la nieve caída, y de telón de fondo, imponente, altivo y aparentemente inaccesible, como siempre, nos recibe el pico Anayet.
Como todos vamos con ganas, decidimos embarcar a nuestros amigos en un pico, el Espelunziecha, que está ahí mismo a mano derecha, así podrán disfrutar algo más de las maravillosas vistas de la zona.
Tras algún que otro pique para sacar pecho por llegar antes al pico (aunque no le salió al crío bien la jugada...), hacemos cumbre de esta modesta punta atravesando una cresta sencilla pero aérea y muy estética. Respecto a las vistas, nuestros amigos están encantados porque no han estado nunca aquí, pero los dos perros viejos sabemos que el feo día gris que tenemos desmerece muchísimo lo que aquí se ve.
Tras la foto de la triunfada bajamos rapiditos que nos estamos quedando helados. Sopla algo de aire y está empezando a nevar...
En los ibones comemos un piscolabis para aguantar la bajada porque con este tiempo no apetece parar a comer los suculentos manjares de pan seco con salchichón y pasta fría que llevamos.
Bajamos por el mismo barranco por el que hemos subido, pero casi al final de la ruta nuestros queridísimos amigos los esquiadores de travesía, se han cargado nuestra huella en la ladera de la montaña y todos penamos lo nuestro con los "infiernos estos" que te tuercen el tobillo y solo haces que besar el suelo con lo frío que está.
Ya en los coches nos cruzamos con David y Elena, que también han hecho raquetas por aquí con Irene y Josu, mira que era difícil verse entre tanto esquiador... a ver si podemos echar el café juntos en Escarrilla que vamos a comer ahí. Pues va ser que no. Que si quita los "infiernos estos", que si sacúdelos, que si mételos en la funda, que si cambiáte de calcero, que si ja ja ja, que si ji, ji, ji, que si comemos los bocatas secos y la pasta fria...el caso es que cuando llegamos al bar nuestros amigos se han pirao, normal.
Lo que queda claro es que todos acabamos muy contentos y con ganas de volver a juntarnos en otra de éstas. Visto lo visto, igual la próxima es rafting o puenting, quién sabe...
Si queréis el track,
aquí.