CIRCULAR POR LA PEDRIZA

Esta Semana Santa hemos echado el cuerpo por tierras madrileñas y no precisamente para ver los paseíllos que le dan al señor Jesús, si no más bien para conocer una sierra que nos habían recomendado muy positivamente gentes del lugar: La Pedriza.
La idea inicial era andar el viernes, ya descansados del viaje, pero este puñetero tiempo hace que cambiemos de planes y andemos el jueves que la prevision de la méteo es mejor.
Durante el viaje una llamada teléfonica de nuestro amigo Manuel de Valladolid nos hace cambiar de nuevo los planes, esta vez el itinerario, puesto que va a ser él quien nos guíe durante la jornada. Toda una sorpresa, puesto que no contábamos con tan grata compañía. Con él coincidimos este verano en la cresta del Posets-Espadas realizándola casi entera juntos y desde entonces seguimos en contacto a través de la red.
Cuando llegamos al aparcamiento el grupo se lanzaba ya a caminar menos J.C y yo que no arrancábamos, dándose la siguiente conversación:
-¿Pero empezamos o no?
-No, que hay que esperar.
-¿Esperar a qué?
-Pues al guía local.
-Anda ya!!
-Qué si!!
Vaya careto se les quedó cuando vieron aparecer a Manuel!!, se pensaban que íbamos de coña. Presentaciones, besos, manos, y nos liamos a andar.
Manuel escoge una ruta no demasiado masificada, como nos gusta a nosotros.
Dos kilómetros antes de llegar a Manzanares el Real, viniendo de Soto del Real, sale a la derecha una pista con más agujeros que los bolsillos de los españolitos, parece que estamos en "La Estampida" de Port Aventura y no en un coche, está marcada como GR-10 y hay que seguirla hasta una singular piedra llamada "Peña el Berrueco" que está en una propiedad particular. Aquí dejamos los coches y ya a pie seguimos por la GR, que al rato se convertirá en senda, hasta el collado de la Dehesilla.
En este tramo no hay ni un alma ( bueno, una manada de cabras montesas con unos cuernos pa echarse a correr), pero llegamos al collado y parece que dan chocolate...mucha gente sube hasta aquí pero por la otra vertiente, por una senda conocida como "La Autopista", el nombre dice mucho...

Embalse de Santillana y al fondo a la izquierda las altas torres de Madrid

Hacia el Collado de la Dehesilla

 En el collado comemos algo, que estamos ya desfallecidos tras el viaje de cinco horas más hora y pico de andada.
Ya con mejor temple, cogemos una senda a la derecha marcada como PR que serpenteando entre curiosas formaciones y con pasos casi imposibles entre las rocas, sube directa al Collado de la Ventana pasando por la Pared de Santillana  famosa por su escalada en adherencia.

Curiosos pasadizos

Esta es la zona más espectacular de toda la ruta. La imaginación vuela tratando de ver similitudes de las piedras con cualquier realidad.

Estrechísimos pasos

Cuando llegamos al Collado de la Ventana alguien la había dejado cerrada y las maravillosas vistas que nos esperaban no son más que un montón de niebla, así que no vemos nada, ohhhhhhh.

 Para bajar tomamos una ruta de estas alternativas que nos molan tanto a nosotros y que Manuel tampoco conoce (menos mal que hace algo nuevo el zagal!). Buscamos una senda desdibujada y con escasos mojones que nos lleva hasta el Arroyo de la Yedra, bajamos por esta barranquera  buscando el mejor paso hasta llegar otra vez a la GR que habíamos tomado de subida y así llegar a los coches.

En Manzanares el Real relajamos e hidratamos ya por fin nuestros cuerpos en el bar y los nutrimos con una exquisita empanada de atún que ha traído Manuel. Con esto el zagal nos ha conquistado, lo que no tengo tan claro si es recíproco...no se yo si no le hemos asustado un poco con este brutismo aragonés nuestro y con  las conversaciones de dos rombos relacionadas con el libro "Cincuenta sombras de Grey".
Si queréis el track, aquí.