tiempo Monzón

miércoles, 31 de octubre de 2012

BARRANCO D'A GLERA

Uno más de los que nos van ultimamente...
El 28 de octubre nos fuimos a jabalinear a La Glera. Es de esos barrancos a los que siempre da pereza ir por su larga aproximación (1:30 h), su corto descenso de tan sólo 4 rápeles (1 h.) y su también largo retorno pasado por agua gracias a estas últimas lluvias (1:30 h).
Salimos de Rodellar bien prontico con un frío que pela y nos dirigimos al abandonado Cheto, al final del pueblo nos desviámos a la izquierda dirección el pozo de nieve de Bagüeste para remontar el barranco de la Virgen hasta que la senda lo cruza y entonces empieza a subir sin descanso para llegar a un balcón con unas vistas del Real Mascún y del Pirineo que quitan el sentido. Cuando dejamos de subir, empezamos a bajar entre brizones y luego llaneamos hasta encontrar una gran pedrera que descenderemos unos 200 m a nuestra izquierda y así llegaremos a la cabecera del barranco.
Con instalaciones algo precarias, los rápeles de 45, 12, 40 y 4 m, se suceden seguidamente, así que rápidamente se llega al Cañón del Mascún, donde nos espera un bañito bien fresquito.

Primer rápel de 45 m




Rápel de 40 m





Al salir del barranco nos encontramos con las agujas del Mascún, a la izquierda, y dejamos atrás las que forman el barranco d'A Glera, a la derecha.
Y el bañito del Mascún! brrrr brrrrr brrrr
Siempre tan chulas: la Ciudadela
y la Cuca Bellostas

lunes, 29 de octubre de 2012

VIA FERRATA LA CROQUETA DE OBARRA

El sábado 27 de octubre nos acercámos al Valle del Isábena para catar esta nueva ferrata que han abierto hace poco muy cerca del Monasterio de Obarra.
Realmente la vía merece mucho la pena porque es de las hay que currárselo algo para subir. El que pretenda hacer esta vía subiendo de grapa en grapa sin poner el pie en la pared y sin tener que estirarse mucho ya puede darse la  vuelta antes de empezar. No es una vía de iniciación. Además  2 horas y media de recorrido te dejan más que satisfecho. Por no hablar las vistas que hay hacia el Monasterio, que poco a poco se nos va quedando pequeño.
El coche hay que aparcarlo en una explanada que hay pasado el parking del Monasterio, un poco antes del túnel. En cinco minutos llegamos al cable de vida.
La vía consta de cuatro tramos, con dos posibles escapes. El grado de dificultad va subiendo según se va avanzando, pasando de un primer tramo en el que se sube sin apuros, a una zona de sendero equipado con cable que nos llevará a la parte cañera de la vía.
Los otros tres tramos siguientes se dividen por sus tres puentes tibetanos, que también van aumentando su dificultad. El primero se pasa muy bien y tiene peldaños, al segundo accedemos bajando unos 10 m por grapas muy separadas y en el puente hay que estirar algo más los pasos en los peldaños, y el tercero, con una entrada sin grapas en los pies y en extraplomo, nos hace llevar los pies sólo por un cable que te hace bailar la samba en el centro.
En esta parte más delicada se suceden zonas largas, empinadas  y extraplomadas con otras de travesías horizontales en las que habrá que echar manos y pies en la roca si queremos progresar y equilibrar el cuerpo.
La ferrata termina en la punta principal de la Aguja de la Croqueta, 1396 m. De ahí el cable de vida continúa por una fuerte bajada hasta llegar al sendero GR.18.1, que cogeremos a nuestra izquierda para llegar al pueblo de Ballabriga. A partir de aquí tendremos que hacer dos kms por carretera hasta llegar a nuestro coche, en total unos 40 min.


Bonitas vistas otoñales del Monasterio de Obarra










Un grupo de 4 delante nuestro 

 Segundo puente

Ya queda lejos la carretera



Tercer puente, en su entrada hay que contornearse (siguiente
foto)



Aquí se intuyen los tres puentes, uno justo debajo mío y los otros en las
dos peñas del fondo

Y con esta estampa se termina la vía



viernes, 26 de octubre de 2012

CIRCULAR POR EL PARQUE DE ANAGA

La última de las andadas que realizamos por Tenerife tuvo lugar por la Península de Anaga, que bien poco tiene que ver con los paisajes que habéis visto en las dos entradas anteriores.
Esta claro que viendo las fotos podemos darnos cuenta de los microclimas que posee la isla. Concretamente esta zona poco tiene de roca volcánica y mucho de verde.
El paseo discurre enteramente por espesísimos bosques de laurisilva que atenuados por la niebla que caracteriza esta zona, dejan volar la imaginación hasta creer que estamos en un cuento de esos de miedo que nos contaban de críos. También es llamado " el sendero de los sentidos" por el aroma y la humedad del bosque.
Nos vino al pelo el terminar esta ruta, puesto que el frente de lluvias que tanto mal ha hecho por algunas zonas de nuestro Pirineo, allí entró el jueves 18, día que realizamos esta salida. Cinco minutos antes de acabarla empezó a caer el diluvio universal...
Para terminar dejo como reflexión que no creo que sea la última ocasión que pisemos Las Canarias, eso sí, la próxima vez en otra isla, que a Tenerife le hemos hecho más de 1000 kms en coche haciendo turismo más las tres salidas de monte.










martes, 23 de octubre de 2012

BARRANCO DE MASCA

Continuando con nuestras andanzas por tierras canarias, el 17 de octubre nos adentramos en uno de los espacios naturales más bellos de la isla de Tenerife: el Barranco de Masca.
Partiendo del pueblecito de Masca, colgado en un canto del mismo barranco, la senda baja radicalmente entre pequeños campos de cultivo, actualmente abandonados, y abundante vegetación autóctona.
Siempre siguiendo el seco cauce, nos vamos encerrando poco a poco entre altísimos y oscuros murallones repletos de sinuosas oquedades y parece que estemos en el mismísimo infierno.

La V es el barranco de Masca





















A la izquierda la ventana natural más famosa del barranco

Exuberante vegetación en el cauce
Casi terminando aparece un hilillo de agua


Tras casi 6 kms caminando y con algún destrepe fácil llegamos al premio de este senderismo: la Playa de Masca, de arena negra y altísimos paredones que la enmarcan. Nos pegamos un buen baño disfrutando de las cristalinas aguas y la soledad (puesto que todo el gentío que llevamos detrás andando todavía no ha llegado).

Llegando a la Playa de Masca



Como guinda de esta jornada, cogemos un barquito que nos pasea por los tremendos Acantilados de los Gigantes, llevándonos hasta la mismísima base de éstos y así apreciamos el por qué de su denominación. Otra opción hubiese sido remontar el barranco ahorrándonos los 10 euros del barco...pero  realmente el paseo por el mar viendo semejante panorámica merece muchísimo la pena.
En el pueblo de Los Gigantes, que es donde te deja el barco, tuvimos la suerte de conocer a Montse y Raúl,   que fueron muy amables y nos acercaron con su coche hasta Santiago de Teide, donde teníamos el nuestro. Y el final por supuesto en el bar y además en compañía; así pues, terminamos esta excursión encantadicos de la vida.