Ante el penoso fin de semana que se nos espera con grandes nevadas y fuertes vientos, decidimos hacer una ruta de las de llegar a comer a casa calentito antes de que entre el frente de lleno el sábado a mediodía, que hay que quemar los bacalaos, cochinillos, turrones y empanadones que nos hemos apretao estos días tan lights.
Nos acompañan en el recorrido Pol, Chaime y Bizén, que tienen que quemar de antemano las extraordinarias migas del abuelo que se van a comer a mediodía.
Nos desplazamos al pueblecito de Osán, en las faldas del Oturia, y desde su plaza tomamos la calle de la derecha que en breve se convierte en pista. La seguimos hasta el depósito del agua del pueblo y, a partir de aquí se convierte en una senda que nos lleva al pequeñísimo pueblo de San Román, con una iglesia ruinosa pero con una grandísima casa muy bien restaurada. Atravesando el pueblo en dirección al Oturia cogemos una senda que sube y sube sin descanso entre bosque, hasta que, ganada una altura considerable, desaparece el bosque y la senda discurre bajo los paredones de conglomerado de la Punta del Mallo.
Nuestra idea es no subir al mallo, sino localizar el "paso barrenao" para llegar a la Mallata de Isún, pero la densa niebla y lo nada indicado que está hace que no lo encontremos, así que optamos por subir a la Punta del Mallo, paseándonos así por sus gigantes, horribles y necesarias hoy en día antenas.
Desde aquí las vistas de la Bal Ancha y la Bal Estreita con Sabiñánigo a su vera son una auténtica chulada, y eso que la niebla no nos deja apreciarlo bien del todo.
Mallata de Isún |
Pasadas las antenas y descendiendo un poco altura hacia la izquierda vamos en busca de la Mallata de Isún, que desde este lado Pol sí conoce cómo llegar sin problemas. El lugar se trata de una mallata natural formada por una enorme visera de conglomerado en la que cabían muchas pero muchas reses de ganado. También tuvo otros usos, en tiempos de la guerra civil hubo aquí un cañón que bombardeaba Sabiñánigo y su munición era traída desde Boltaña, casi ná... Lo más actual de este lugar es la gigantesca estrella que luce durante el periodo navideño ý que se ve desde Africa y un belén que pone anualmente el GMS (Grupo de Montaña de Sabiñánigo). Para poder cruzar esta mallata de lado a lado barrenaron un paso en la roca, de ahí su nombre "paso barrenao", algo expuesto y delicado si hay hielo. Gracias Pol por todas estas explicaciones, si en algo me equivoco ya sé que me lo dirás.
No se aprecia bien en la foto, pero de noche esta estrella se deja ver de lo lindo. |
Paso barrenao |
Volvemos sobre nuestros pasos en busca de la senda de bajada hacia el pueblo de Isún, y con pequeñas lazadas y mucho canto rodado suelto en el camino, llegamos al pueblecito en sí. Sorprende aquí su iglesia románica del siglo XI, tan similar a las conocidas como Iglesias del Serrablo, y la restauración de sus casas.
Iglesia Santa María de Isún de Basa |
Desde Isún ya solo nos resta media hora para llegar de nuevo a Osán justo cuando empiezan a caer las primeras gotas tan anunciadas para este fin de semana. Nos ha ido al pelo!!
Terminamos cerveceando en Sabi rodeados de muchos muchos futboleros grandes y pequeños, hay que ver lo que mueve este deporte...
Si queréis el track, aquí.