Fecha real: 21 de abril de 2014.
Hago memoria y creo que es la quinta vez que programamos
este barranco y, por unas cosas o por otras nunca había salido, así que,
después de quedar ayer y amanecer lloviendo, quedamos para hoy, y hoy no se
escapa. De todas formas, no se a qué fin se debe este empeño con este barranco, será por conocer otro rincón más del tantas veces pateado
monte Oturia.
Café en La Ostra con Vicente, Úrbez, J.M y J.C, se conoce
que hoy voy a estar bien cuidada rodeada de tanto maromo!
Arrancamos hasta Javierre del Obispo y dejamos el coche en
la plaza. Aquí tomamos una pista indicada como Santa Orosia y que al poco se
convierte en senda. Subiendo sin tregua 700 metros de desnivel, llegamos a las
praderas de las faldas del pico, donde
comenzamos a intuir hacia la derecha el inicio del barranco.
En la cabecera |
Rápel de 35 m |
Realizamos algunos rápeles y varios resaltes sin mucho interés y con alguna zona vestida hasta que llegamos al rapel más largo, de 35 metros, donde la verticalidad hace acto de presencia y la deportividad del barranco es más continua. Dado que nos movemos en roca de conglomerado y gracias a las últimas lluvias caídas, el mínimo caudal va remojándonos durante todo el descenso. Los 14 rápeles que lo componen están instalados con cordinos sobre árboles, esto hace que más de una salida tenga bastante mala uva.
Sin duda alguna lo más majo del barranco son las vistazas al horizonte y los dos rápeles más largos y un destrepe por una especie de escaleretas muy curioso y, también sin ninguna duda alguna, lo peor del mismo son los últimos resaltes hasta encontrar la senda de retorno puesto que son delicados, están llenos de vegetación y resbalan un huevo o bien por barro o bien por hojas y tierra.
Rápel de 21 m |
Curiosos resaltes en escalera |
Cuando por fin nos topamos con un gran mojón en medio del cauce, tanto a izquierda como a derecha se aprecia senda. La de la izquierda lleva a Satué, que la ha investigado recientemente J.M, así que nosotros tomamos la de la derecha para regresar a Javierre. Esta senda, algo sucia, y en su parte final algo perdedora, empalma con la senda que hemos usado para la aproximación a la cabecera. Como referencia, en la unión de ambas sendas existe un gran pino aislado de forma curiosa.
Si queréis el track, aquí.