Todavía estamos asombrados del multitudinario aforo que se dió cita en este barranco el pasado domingo. Dieciseis barranquistas nada más y nada menos nos plantamos en Linás de Broto para descender este poco conocido barranco abierto en 2009. Además, hoy tenemos el privilegio de que nos acompaña uno de los aperturistas del mismo.
Emprendemos la marcha desde el parking situado a la izquierda de la carretera antes de cruzar el puente del Sorrosal viniendo de Linás. La pista que tomamos sale recta desde el parking, a los pocos metros abandonamos ésta y cogemos una a la derecha, ésta se convierte en la senda que nos llevará hasta el Puen dera Mercera, que cruzaremos para seguir subiendo; en el siguiente desvío iremos a la izquierda, poco después cruzaremos el barranco Abozo y continuaremos subiendo por senda poco trazada dirección un refugio libre y, sin llegar a él nos lanzaremos monte a través en descenso hacia el barranco. Pese a ser una larga aproximación compensa mucho la belleza del Valle, teniendo como telón de fondo Tendeñera, las Crestas de Año y el Pico Otal. Tanto nos hizo sudar la caminata y tanto sufrimos con el calor, que nos desviamos a encharcar as fonseras en a fuen d'o furco, agua fresca y buena de alta montaña que nos da la energía necesaria para seguir combatiendo.
El descenso, de roca flysh, tiene algunas cascadas realmente bonitas, pero lo que más llama la atención del recorrido es, sin duda alguna y pese a que las fotos no hacen justicia, el pasillo de los Tejos. Consta de un total de diez rápeles con una longitud máxima de 18 metros y varios destrepes. Es interesante proteger la cuerda en algunos rápeles dado que hay fuertes roces, si no que se lo digan al que trajo la cuerdeta roja nueva...que se ha ido con dos que no valen pa nada!!
Pasillo de los Tejos |
El décimo rápel se reequipo, puesto que la instalacion queda inalcanzable ya que un bloque que había para llegar a ella desapareció en una crecida |
Terminado el último rápel es mejor descender alrededor de 200 metros por el barranco e ir mirando hacia la derecha para encontrar la senda por la que hemos subido.
Y la birra...No hay birra!!! No jodas!!! Que está todo cerrao!!!!, Oye, pues que nos abran...Y así fué, tú! gracias a la amabilidad de los dueños del bar de Linás pudimos refrescarnos, que lo necesitábamos un rato.