Empiezan temporada andarina para quemar los sobrepasos de las navidades yéndose a rutear cerca de Graus, con una corta travesía de unos doce kilómetros que, por lo que cuentan, deja buen sabor de boca.
¿Qué por qué hablo en tercera persona del plural?, pues porque tras llegar con todo el grupo hasta el mismísimo pueblo de Ejep (inicio de ruta), a Isuel y a la menda les toca hacer retirada ultra-rápida porque hace un frío que pela para el mochuelo de cinco meses pese a que va rebozao a capas y lleva un mono que cualquier esquimal querría. -3 ºC y son las 10 de la mañana. Hemos escogido el día más frío de todo el corto invierno que llevamos...
Así pues, paso a narrar la ruta ya en primera persona en boca de J.C:
A la entrada de Ejep buscamos una pista a la derecha que nos lleva por campos de cultivo durante largo rato. Si queremos subir al pueblo de Arués hay que abandonar dicha pista, y tomar otra a la izquierda bien indicada, cosa que hacemos.
Arués |
Este despoblado está muy vestido de vegetación y casi no podemos pasear por sus calles; es pequeño, sus casas empiezan a desrruirse y, nos llama la atención que, o somos muy cortos, o no encontramos la iglesia, y, mira tu por donde, que buscando info en la "enciclopedia de los despoblados oscenses" nos enteramos que Arués compartía iglesia con el también despoblado Mon de Perarrúa, y que estaba dedicada a San Clemente.
Lorenzo empieza a calentar y notamos por fin su presencia, así que nos quitamos ropa y aprovechamos el parón para comer los regalices que siempre el atento Javier le compra a Silvia y que esta vez no se va a poder comer.
Volviendo de nuevo a la pista continuamos por ella dirección El Mon. Cuando empezamos a otear las casas, nos desviámos a la derecha por una senda arbolada que pasa por un barranco que cruzamos y, paralelos a él, llegaremos a la pista que sube de Perarrúa al Mon. La tomamos a la izquierda para llegar, en escasos cinco minutos, al Mon, objetivo del día. Desde el arruinado pero restaurado torreón y la iglesia las vistas al valle del Ésera son amplias y magníficas, así que disfrutamos de ellas comiendo al solete bueno.
Casas del Mon |
Sólo nos resta llegar a Perarrúa, que es donde tenemos el otro coche, bajando por la pista hasta encontrar una senda a la izquierda que nos desciende hasta el pueblo.
Cafeses en Graus y cervezas en Binéfar en casa del "patatiesa", así que muy bien...
*Nota importante: Es posible volver a Ejep desde Perarrúa por medio de una pista completando así una circular de unos 20 kilómetros
que no quisimos llevar a cabo porque en esta ocasión nos acompaña Raúl y no es plan de escarmentar a la criatura, que queremos que vuelva...