tiempo Monzón

miércoles, 24 de julio de 2013

CIRCULAR POR FAJALATA, Y PEÑAS BLANCA Y ROYA

Y el domingo toca desfogarse después de lo acontecido ayer.
Para ello hacemos de nuevo una quedadeta bloguera con J.M, David, Iñaki, Roberto y Pirene, ésta última aborta misión a última hora y cuánto la echo de menos...la sobredosis de testosterona de este finde...Ah! me he dejado al Yeti, el can que siempre acompaña y nunca molesta.
Nos juntamos todos en Biescas y, mientras llega algún rezagado, vamos conociéndonos todos un poco más, puesto que algunos no nos conocemos de nada. Qué gracia esto de internet...
Nos transladamos en plan americano hasta la ermita de Santa Elena (seis personas, cuatro coches...). A la derecha de ésta, parte una senda que sube en cómodas lazadas que, a algunos, comienzan a resultarnos incómodas por el frenético ritmo impuesto por el cabeza de grupo, que se ha zampado una napolitana que debía estar rellena de las espinacas de Popeye. Menos mal que la flora está explosiva y cada poco tiempo, el susodicho se detiene, dándonos un respiro, para explicarnos a unos y otros historietas de las floretas.
El precioso camino de espeso bosque, tal como vamos cogiendo altura, cambia a vegetación de monte bajo y nos pasa por las cabeceras de los barrancos Zarzinera y Fajalata (quizá algún día que no tengamos nada mejor que hacer nos decidamos a acercarnos, pese a que no nos los han recomendado demasiado).
Cuando llegamos al Collado de los Vascos paramos a almorzar porque ya llevamos casi la mitad del desnivel hecho y alguno lleva hasta una pajarraca encima.
A partir de aquí no hay contemplaciones, se sube a cara-perro, a cada paso ganamos metro y medio de desnivel lo menos...tenemos que parar a coger agua en un barranquillo que se forma porque ya nos estamos acabando la que llevamos con tanto desgaste.







Linum narbonense
Lilium pyrenaicum

Poco antes de pasar la muralla rocosa giramos a la izquierda para subir al Pico Fajalata, 2147 m, (según los de Biescas, y Peña Rápita para los del Valle de Tena). Antes de llegar a la cima se nos abre una de las vistas más amplias de todo el Valle de Tena.
Fajalata







Retrocedemos nuestros pasos hasta encontrar las marcas de una antigua GR por las que subíamos, que nos guiarán hacia el único paso factible para superar la muralla de Peña Blanca. Entre paisajes lunáticos llegamos a la cima de 2556 m, donde nos recibe un rebaño de cabras que nos cuesta quitarnos de encima un buen rato. Nos reagrupamos y echamos un piscolabis rápido para continuar, ya sin tanto esfuerzo, hasta la Peña Roya (2578 m), donde disfrutamos de las mejores vistas de la Peña Sabocos y de la cortante cresta que viene a parar a nuestra cima.

Peña Sabocos 









A partir de aquí comenzamos el descenso y también la aventura...Hay que ir a parar como buenamente podamos, puesto que no hay senda, a la Faja Señora (qué bonito nombre, me encanta!!!), una tremenda pradera a la que suben los ganados a pastar, y damos fe de ello, puesto que montones de güellas corretean a nuestro alrededor matándonos la cabeza con las esquilas. Pasamos por el Puerto de Gavín, pero el destino donde comeremos es el Collado de Loba (2006 m), rodeados de vacas que se plantan a un metro nuestro y dan casi hasta miedo...qué día más faunístico...
Es ahora cuando nos surgen las dudas, puesto que hay dos posibilidades de acometer la bajada por el Barranco de L'Asieso: de la cabecera abajo o ladera abajo, cualquiera de las dos es absolutamente penosa, puesto que no hay senda en ninguna de las dos, para variar...optamos por la segunda porque algún jabalí ya lo ha hecho. Ahora somos seis los jabalís que peleamos con una inclinadísima ladera repleta de árboles, que bien se vale de ellos para poder agarrarnos y mantener el equilibrio, que cuesta lo suyo...pocos se libraron de no besar el suelo, y encima, bésalo con cuidado! porque si no controlas la caída, a saber ande vas a parar!!!

Barranco de L'Asieso desde el Puerto de Gavín

Ya hace muuuuuuuuuuuucho rato que las nubes amenazan lo que en este momento sucede, y menos mal que nos pilla ahora y no en la "suave bajada", porque ésta mojada no se si tenemos narices a bajarla... Empieza a tronar fuerte y a llover bastante, pero ya aliviados por estar en el barranco, nos lo tomamos de otro modo. Cuando llegamos al refugio de Sibolás la lluvia comienza a ser diluvio, así que decidimos parar a ver si mengua algo. Cada vez que intentamos arrancar llueve con más pitera, así que tras tres intentonas al final nos decidimos a salir y continuar porque llevamos media hora contando "historias de la p... mili, ay montaña" y esto no para. 
Una hora más ya por pista nos deja en el coche completamente calados y con tres premios finales:
1. La satisfacción de haber hecho 20 kms y 1700 m de desnivel acumulado.
2. Deja de llover.
2. David nos saca cervezas con patatas!!!
Qué más se puede pedir...
Como hemos acabado tarde, cada mochuelo a su olivo sin parar en el bar, que gracias a David ya nos hemos hidratado en condiciones. Despedidas, besos, apretones de manos, y la certeza de volverse a reencontrar en el monte que esto ha salido muy bien.

lunes, 22 de julio de 2013

BARRANCO DE AGUARÉ

El sábado tocaba salida con el Club Montisonense de Montaña, y como ya teníamos ganas de algún barranco de montaña, escogimos el Aguaré, que con sus 26 rápeles (aunque tiene tres tramos si se quiere acortar), y sus paisajes alpinos, es de los que aciertas fijo, dejando a la gente con muy buen sabor de boca.
Para llegar al barranco más destacado del Valle del Aragón dejamos el coche en el parking que hay en frente de una gasolinera pasado Canfranc-pueblo.
El grupo se nos negó a hacer la aproximación de hora y media que supone hacer íntegro el descenso, así que, tras coger la senda que va paralela al barranco por su izquierda orográfica, subimos dirección Gabardito hasta llegar a unas clavijas, lugar donde entramos (tramo medio). En la senda (preciosa, por cierto) se podían ver algunas de las cascadas que descenderíamos, estas visiones hicieron que la chica del grupo se rayara en demasía con el caudal que había...

Tritón
Llegados a la cabecera la rayada continúa: el agua estaba turbia por las tormentas de la noche pasada...
Nos metimos en el agujero a las once (alguna nada convencida) y nos esperaban 20 rápeles por delante. Bueno, pues la menda, bajó el primero temblándole las piernas, destrepó el segundo con poquísima dignidad y, en el primer cruce de vena guiado que hubo que hacer, de repente se quedó muda pero cacareó, le salieron hasta plumas, empezó a hacerse caquitas ante la situación y como una auténtica gallina decidió dejar esto pa los machos.











Cabreada pero muy aliviada, me quité el neopreno y, como me quedaban varias horas para deambular, me dediqué a ir entrando por todos los escapes del barranco cual "Campanilla" que va en busca de sus valientes "Peter Panes" y así veía sus grandes hazañas luchando contra unas fieras aguas de las que yo quise escapar.
Realmente el barranco daba miedito pero estaba guapísimo con tanta agua; en junio de 2009 lo descendimos con un caudal normal y nos encantó, pero el sábado estaba espectacular.










A las cinco de la tarde salió esta gente del agujero!!!  costó el doble de lo que viene a costar descender esto... y por cierto, a esta hora el agua ya no estaba tan turbia y puede que hubiera bajado hasta algo el caudal.
Después de devorar con gran ansía la comida, unos muy contentos y otras con la cabeza gacha, nos tomamos la cerveza en Sabiñánigo reflexionando sobre las próximas aguas que vamos a acariciar, yo sólo espero que sean más dulces que estas.
Menos mal que los padres de mis amiguetas en Boltaña me compraron un helado para que se me pasara la pita y con la charradeta que nos dimos se me fué pasando todo.

martes, 16 de julio de 2013

IBON DE CATIERAS

Como el domingo amanece mucho mejor, nos decidimos a subir algo más altos con intención de llegar al pico Catieras, y digo intención, porque al final no pudo ser por dos motivos:
1. hay que madrugar más si dan tormentas y se va a una ruta tan larga, y eso que empezamos a las 8:15.
2. a la media hora de empezar a andar tropezamos con un tremendo cado de rusiñoles que evidentemente no íbamos a dejar ahí con lo buenísimos que están. Mientras que unos recolectan el manjar otros van al coche a buscar la cesta del café para poder portearlos. Esta movida nos lleva una hora que luego por supuesto nos falta para subir el pico.
Como os podéis imaginar el tema predominante durante la jornada es cómo íbamos a cocinar estos exquisitos fongos, unos con pollo, otros con ternera, etc (Los Carpi con longaniza y cebolla caramelizada, y casi lloramos de placer...).
Bueno, vamos a entrar en materia montañera que pa eso es este blog también:
La ruta parte en una senda que hay tras la telecabina de las pistas de esquí, dirección La Ripera- Ibón de Sabocos (PR-HU-95), y la seguiremos hasta cruzar el río Ripera por un puente que nos deja en la pista que sube desde Panticosa.


 

Retrocederemos unos metros por la pista para encontrar a nuestra derecha la senda que nos subirá a Cuello de Yenefrito (1782 m). Desde aquí las vistas son una maravilla, todo está muy verde y con mucha agua y estos valles están preciosos.
Tras el collado continuamos hasta encontrar un refugio de icona, donde la senda se pierde un poco entre las  numerosas ortigas que aún teniendo mucho cuidado nos ponen como Cristo...como pican las jodías!!! . El punto de referencia es el barranco, que cruzamos un poco más arriba como buenamente podemos porque la pasarela que había antes el barranco la ha reventado.


A partir de aquí la senda vuelve a ser clara y en una media hora llegamos al enorme, desconocido y lejaaaano ibón de Catieras (2230 m). Es aquí donde tomamos la decisión de conformarnos con el ibón y dejar para otro día lo de culminar con pico porque el tema setero nos ha retrasado en demasía y no es plan de acabar tarde con las tormentas que dan...



Ibón de Catieras con el pico Ferrera en el centro, que ascendimos el año pasado


Decisión absolutamente acertada ésta, puesto que es llegar a los coches y empezar a llover a saco. 
La cerveza, aunque en escasez, la echamos más contentos que nunca porque nos repartimos unos 7 kg de setas que ninguno esperaba.
Si queréis el track, aquí.

lunes, 15 de julio de 2013

PICO TORONZUÉ (2263 m)

El sábado hicimos una quedadeta bloguera, con Pirene, que hace tiempo queríamos coincidir, y con J.M, algo que va siendo más habitual.
La opción escogida era una circular muy chula por La France, pero pese a que madrugamos lo suyo para evitar las tormentas, ya desde Biescas se veía un marronazo tremendo en nuestro país vecino, así que decidimos cambiar la ruta y quedarnos por nuestra España que el tiempo estaba más agradecido y nos iba a dar más tregua.
Barajamos distintas opciones y finalmente nos quedamos con una circular muy maja al Pico Toronzué. Nuestro amigo Vicente, consumado ciclista y poco o nada montañero, estuvo hace poco en este pico, así que teníamos que conocerlo nosotros también, además es el único al que no habíamos subido del cordal anterior a la Sierra de la Tendeñera.
Previo café en Biescas, nos montamos en los coches hasta Linás de Broto donde tomamos una senda que parte del mismo pueblo, justo al lado del albergue. La senda sube por bosque sin agotar en exceso, pero J.M marcó su ritmo mañanero imposible de seguir lo que provocó que el trío que llevaba detrás se asfixiara al poco de empezar.

A la derecha, el pico Toronzué




Sin pérdida alguna se llega a las lomas herbosas que, siguiendo su suave pero engañoso cordal, puesto que a tramos se empina lo suyo, llevan al Pico Toronzué.
Las vistas son una chulada, como todas las de sus primos hermanos: Mondeniero, Tozal d'As Comas, Bachesango, etc, poco conocidos y poco transitados montes que hemos ido conociendo y nos han enamorado (uy!! que me sale la vena moñas...)
Media hora en la cima disfrutando del panorama y echando fotos con cámaras y móviles para enviar por guasap y dar envidietas a "alguno", que seguro se da por aludido, y comenzamos el descenso.



Siguiendo el cordal de la sierra, en el tercer collado, pasado el Tozal de Nabarriecho, nos tiramos hacia nuestra derecha bajando por donde más buenamente se pueda, puesto que senda, senda...va a ser que no había. Nuestro punto de referencia, y al que teníamos que llegar, era un refugio pastoral.
Llegados a él hicimos la parada gastrónomica, que poco varía de otros días: lata de sardinas o atún y fuet, qué tristes son a veces las comidas del montañero...aunque para los perros montañeros deben ser un festín, porque el Yeti dejó las latas limpísmas. Charrín, charrán, no nos hemos enterado y llevamos un buen rato aquí. Hay que espabilar que nos vamos a mojar!!!
Desde el refugio pastoral tomamos la pista que lleva al refugio de Sorrosal (también se puede coger una senda directa) y tras una marcada curva a la izquierda, sale una bonita senda que cruza por el puente de la Mercera y, sin abandonarla, en aproximadamente una hora se llega al punto de partida.
En este último tramo llevábamos a nuestras espaldas la incómoda compañía de la anunciada tormenta que nos iba a caer encima, ensordecedores truenos y un cielo negrísmo daban fe de ello, pero mira por donde que la cosa se portó. Eso sí, fué meternos en los coches y caer la mundial.





Con una cerveza en la mano y buena compañía se ven las tormentas de otro modo...y con otra cerveza más ya casi te olvidas de la tormenta...y con otra más te olvidas hasta de los nombres de los picos...Majo majo día!!!