Multiactividad que llevábamos en mente hace ya un año y a la que por fin damos cita hoy, antes de que lleguen las primeras nevadas y nos la fastidien.
Para la dicha nos juntamos a las ocho cafeteando en "La Ostra" Pol, Chaime, J.M, J.C y yo.
Nos trasladamos hasta el parking de las pistas de esquí de Candanchú y comenzamos a andar por ellas siguiendo la GR-11. Pasada una gran balsa nos desviámos a la izquierda por los prados de las pistas hasta llegar a la base de la Zapatilla, de la que en todo momento tenemos visión y parece insuperable.
En su base remontamos una empinada pedrera parda, comienzo del llamado "Tubo de la Zapatilla". Salvada la parte más ancha de la pedrera, hay que ir al tanto de una pequeña canal que se abre en la pared de la derecha para encaramarnos por ella, ya trepando.
Tras este tramo vertical encontramos un paso horizontal con gran exposición y otro más también vertical; todos ellos están equipados con cuerdas fijas rostroñosas, así que más vale no fiarse demasiado de ellas.
Pasada esta zona con pasos de grado I y II, llegamos a una planicie con una gran muralla caliza gris que puede superarse escalando un IV grado que no sabemos ver, o bien siguiendo hasta el fin de la pared y girando a la izquierda, que es lo que hacemos.
¿¿Qué hace toda esta basura militar aquí??
En este paisaje tan lunar se ve claramente al fondo la chimenea de grado III, lugar más sorprendente de la ascensión. En ella encontramos algún anclaje para asegurar los pasos, y de ella salimos con un contraluz de escándalo por una estrecha fisura a la última parte equipada con cuerdas fijas de la ascensión, una tumbada ladera que desrriñona a cualquiera.
Vista de la chimenea |
Primer tramo |
Segundo tramo |
Salida de la chimenea |
Hacemos cima del pico oriental de la Zapatilla (2225 m) en menos de tres horas y llegados a la cresta herbosa, tras haber superado ya toda su aparentemente infranqueable suela, sólo nos queda otro paso delicado, una pequeña brecha equipada para montar un rápel de unos doce metros. Rapelamos porque el destrepe es muy expuesto y es tontería llevando cuerdas jugársela y continuamos, ahora sí, hasta la cima del pico ya caminando.
Vistas amplias y majas que se ven algo manchadas por las horribles infraestructuras de las pistas de esqui, foto de grupo y oteo hacia el este para localizar nuestro siguiente objetivo, la "Sima de Tortiellas", aquí también parece imposible llegar...
Cima de La Zapatilla |
Retrocedemos sobre nuestros pasos y la escalada que ahora tenemos que hacer donde antes hemos rapelado, la salvamos fácilmente puesto que hemos dejado la cuerda de rapelar de ayuda para subir.
Algo más adelante a la derecha, parte una senda en descenso equipada de nuevo con cuerdas fijas que nos baja hasta las pistas y vamos en busca de la salida de la silla de Tortiellas.
Trepando los metros antes rapelados |
Acceso a la sima |
En este sitio tan horripilante sacamos nuestros picnics y comemos al solete, pero el aire malote y las prisas de los que engullen y no comen , nos hacen parar lo justo y retomar la marcha con la bola en la boca.
A la derecha de la silla hay un pequeño collado herboso al que subimos para tomar una trazada senda en horizontal que luego nos bajará por una pedrera guarrota a la boca de la sima. Hay que ver!! con lo imposible que parecía esta aproximación desde la cima del pico y resulta que se pasa muy bien...eso si, no te caigas que no lo cuentas.
Vista hacia atrás de las dos cimas de La Zapatilla con la brecha rapelable que las separa |
El agujero en cuestión se salva con tres rápeles. El primero y más vertical son unos 18 metros. El segundo, de unos 30 metros, está descendiendo hacia la izquierda por una gravera, y la instalación está en la pared de la izquierda; hay otra instalación más baja en la pared de la derecha, pero es más expuesta, y siendo que la recuperación se ve buena, rapelamos desde la de arriba. El tercero, de unos 20 metros, de nuevo está equipado en la pared de la izquierda, en una amplia sala donde ya se ve la boca de salida.
Entrada al agujero |
Segundo rápel |
Tercer rápel |
Y... manda narices!! la salida de la sima, mezcla de tierra y grava, tramo en el que no hay que cuerdear ni escalar, es el que más nos hace tontear practicando culinbajen , poniéndonos como auténticos gorrinos algunos, aunque también hay algún que otro estupendo que sale como un señor...
Y es aquí donde termina la actividad de espeleo-escalada para retomar la de senderismo de vuelta al coche, al que llegamos en poco más de media hora.
Y es aquí donde termina la actividad de espeleo-escalada para retomar la de senderismo de vuelta al coche, al que llegamos en poco más de media hora.
Y a casa...que esto ya está! ( por supuesto con previa cerveza en Canfranc, que hay que cuadrar la agenda para nuevos retos, cosa difícil, por cierto).
Pues me ha encantado el día chico!! Actividad completa y maja donde las haya. Para repetir sin duda con alguien a quien quieras encandilar y le vaya la aventura, eso sí...
Si queréis el track, aquí.