La aproximación de una hora y media por la costera de Otín es dura, pero se hace llevadera gracias a las impresionantes vistas del Cañón del Mascún, y a que no callamos aunque se suba...
El descenso destaca por su apreciable desnivel en 14 rápeles, algunos de vértigo ( nosotros hicimos 13, uno lo destrepamos porque nos engañaron). Dos tramos con dos grandes circos son los que dan la gran verticalidad al barranco; el primero, con dos rápeles seguidos de 35 metros, y el segundo, con uno de 40 y otro de 25. Y lo mejor...que son casi todo volados, menuda caída!!!
Nos llevó dos horas y media bajar esta maravilla natural. Pero aún nos quedaba lo que ya nos olíamos...la remojada por el Mascún ya de vuelta. Un bañito hasta el cuello en noviembre tampoco está mal...??? Pero todos encantados como siempre!!!A la hora y media estábamos en el coche.
Después de cinco horas y media de esfuerzo físico, la jarra de cerveza fría y la comida sentaron de escándalo.
El primer rápel, con la primera marmita trampa, y la que más costó de pasar, esto no estaba en los libros...
Estos son los rápeles más largos grabados en vídeo ;disfrutamos como enanos cuando bajábamos, no tanto cuando los vimos desde arriba...
3 comentarios:
con dos palabras im-presionante.
A mi aún me tiemblan las piernas...
A mí si que me tiemblan las piernas solo de veros.
El barranco parece precioso, y vosotros, sin lugar a dudas!!!!SOIS LOS MEJORES!!!!
Pili
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