En la aproximación es obligatorio cruzar el río andando o bien por un cable de acero, pero es necesario llevar una polea para este tipo de cable, artilugio que no teníamos, así que nos decantamos por cruzarlo a pie en una zona que se veía factible.
Lo más impresionante de este barranco es su gran cueva, a la que se accede por un bonito rápel de 20 m.
Encontramos el agua a partir de la cueva, la justa para remojarse un poco.
En el retorno, el río había crecido bastante y para evitarnos problemas decidimos atravesar la tirolina con los medios que llevábamos.
En el interior de la cueva |
Altísimos paredones a nuestro alrededor |
Cruzando el río en tirolina |
1 comentario:
Viendo la tirolina lo entiendo todo silvia ¡vaya barranco chulo!
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