CRESTAS DE LA MOURELLE Y L'ESPADE

Fecha real: 8 y 9 de agosto de 2013.

Pues la idea no era venir aquí hoy, si no ayer, pero este condenado tiempo no abre ventana de buen tiempo por Francia hasta hoy, así que ayer nos lo tomamos de relax, que también nos viene bien descansar del largo paseo de Ordesa. Pero como somos unos mataos, descansar fué subir la cara norte de la Peña Oroel por la mañana (de la que no he hecho entrada por haberla puesto el año pasado, si queréis verla, pinchad aquí), y por la tarde escalar en Rapún, cerca de Sabiñánigo (o apretar to lo que uno pueda, que viene a ser lo que pasa en la escuela de Rapún). Pues eso...unos mataos!!!

Volviendo a la jornada que nos ocupa, tras maldormir rebozada en una mantita de forro polar y dentro del saco para combatir el frío congelador que hace, nos levantamos con los coches congelados y vamos al Lago d'Aubert. Allí tomamos la senda que nos lleva hasta el Col d'Aubert, donde ya tenemos visión a nuestra izquierda de la Hourquette de Mounicot, base del comienzo de la primera cresta. Para llegar a ella hay que bajar un canchal de piedras por donde buenamente se pueda, que se hace mu malamente aunque no quiera, y luego volver a subir, y además bien fuerte.

Nos plantamos en la base de lo que va ser otra gran hazaña: Haremos la cresta de la Mourelle, si nos quedan ganas continuaremos con la de l'Espade y la tercera arista, la N al Neouvielle, por supuesto, ni nos la planteamos, que no somos superhéroes (heroínas)...pero la gente lo hace tú!!! y con muy buenos tiempos!!! hay tanto maquineta suelto...

En la cresta superamos hasta tres gendarmes, el primero se escala por una evidente chimenea a la derecha (III), que va a parar a otra más pequeña que se sube reptando en vertical, y ni Kate Moss sin mochila la pasaría con dignidad, un segundo que Jc y yo bordeamos por la izquierda más cómodamente que Lolo y Ale que suben rectos, con algo más de grado y un tercero también con pasos de III+. Tras destreparlo llegamos al punto G de la cresta, una placa lisa surcada por amplias fisuras donde podemos meter bien cacharritos para no caer a metros y metros de altura ( ufff...). He de decir que este IV lo pasamos bastante mejor que la estrechísima chimenea del primer gendarme. Tras superar este paso se llega, ya sin dificultad al Pico de la Mourelle (2679 m).

Cresta de la Mourelle, la de L'Espade queda oculta

Primer gendarme a superar

Comenzando la escalada del primer gendarme

Estrechísima chimenea

Segundo gendarme

El largo de IV en la
placa fisurada.

Parte de la cresta de L'Espade y el Neouvielle al fondo

El grupo en la cima de La Mourelle

Vamos con algo de retraso porque hemos llevado todo el tiempo delante una cordada de franceses que nos han hecho esperar en cada largo, pero como nos ha sabido a poco, decidimos continuar con la cresta de L'Espade.

En este primer tramo de cresta habrá que superar dos grandes gendarmes, Le Moine y Le Flambeau, el primero se supera con un largo de unos 30 m que finalizan en otra estrecha chimenea (IV), con dos pitones para asegurar, y que superamos opositando con todas nuestras fuerzas, y cuando casi te has dejado la vida apretando...llegas al final de la chimenea y...sorpresa!! un bloque empotrado no te deja salir!! hay que buscar miniregletas para pies en un lateral y salir hacia el lado. Para subir Le Flambeau también hay que hacer uso de la cuerda, y los pasos también van del III al III+. Este tramo nos cuesta lo suyo, no es moco de pavo, eh?.

Saliendo de la estrecha chimenea de
Le Moine

Largo para subir a Le Flambeau

Llegados a este punto, hay un escape, y a Lolo y JC les asaltan las dudas de si continuar o no, puesto que son las cuatro de la tarde y aún queda un rato de faena, pero las féminas del grupo, que somos más tercas que una mula, les decimos dulcemente que nos gustaría continuar...y ellos, cual sexo débil se rinden ante nuestra propuesta...
Nos queda lo mejor, dos rápeles, uno de 20 m y otro de 15 m, que nosotros decidimos realizar en uno para evitar la segunda reunión que no la veíamos clara, y además llevamos suficiente cuerda (por cierto, este rápel es técnico de narices, con una salida en una placa lisa inclinada que de repente se corta y comienzas a volar; cuando pisas suelo, hay que ir al tanto de no perder el filo de la arista para no irse a tomar por saco, y cuando se llega al final del filo hay que destrepar con cuidado para no bajar en exceso a la brecha donde finaliza el rápel). Después, una sucesión de gendarmes que parece que han criado como conejos aparecen uno tras otro con continuos pasos de III ó más, a parte de volver a rapelar en la bajada de uno de los gendarmes. Tras todo esto que os cuento, y ya decayendo el sol, aparece la ansiada Brecha de Chausenque cual alucinación de cuatro naúfragos que esta noche van a tener pesadillas de gendarmes que les persiguen.

Complejo rápel

 

 

Para bajar a la brecha, destrepamos hacia la izquierda por mojones y rapelamos en un par de ocasiones, llegando más abajo de la brecha. Conseguimos pasar todos los neveros con luz, pero cuando todavía nos queda sobre una hora para llegar al coche, no nos queda otra que tirar de frontal. Qué fuerte!!! nunca habíamos acabado tan tarde...eso sí, todos éramos muy conscientes de que esto iba a pasar, pero también conscientes de que llevábamos el maravilloso gps y la maravillosa orientación de Lolo y Ale, que se saben este camino como el de ir a su casa, porque han venido aquí un porrón de veces, todo ello nos tranquiliza. De todas formas, esto no quiere decir que esté bien acabar de noche, eh? quede claro que no hay que acabar de noche, eh? Son las 22:30 cuando llegamos al coche, petaos tras quince horas de actividad (aunque el cabr.... del gps diga que hemos estado 6 paraos!!!)
Evidentemente mañana descansamos, eh? y DESCANSO con mayúsculas, al Balneario gabacho tú!!
Si queréis el track, aquí.

Rapelando hacia la Brecha de Chausenque

 Asoma Midi de Bigorre

Otro rápel más para salvar la Brecha

Brecha de Chausenque