PICO ANAYET POR LA VIA DEL SARRIO (2545 m)

Fecha real: 14 de agosto de 2013.
Hace días que le habíamos echado el ojo a esta atractiva vía hacia el Anayet, y hoy va a ser el día.
Nos acompaña también J.M., que celebra las fiestas de Biescas como nosotros las de nuestros respectivos pueblos: marchando al monte.
Empezamos desde el Corral de las Mulas por fea pista asfaltada rodeados de las antiestéticas pistas de esquí, para introducirnos poco a poco por el valle Culibillas de  y empezar a disfrutar de la belleza de esta excursión, a mi juicio una de las más bonitas de todo el Pirineo.
Pronto alcanzamos el ibón de Anayet, y eso que hoy J.M. no se ha zampado ninguna explosiva napolitana que le de fuerzas. Mi dedo despierta y no puedo parar de echar fotos al ibón, al Midi, al pico Anayet, al ibón, al Midi, al pico Anayet, al ibón,...una delicia para la vista .

A la derecha se ve el agujero de la mina y más a la
derecha la terraza por la que empieza la vía.

 Tras algún que otro grito por evadirme en exceso con las fotos, seguimos hasta la base del pico Anayet, pero no por la vía normal, vamos rodeando todo el ibón a la derecha en busca de una antigua mina de fluorita muy visible. No hace falta llegar a ella para visualizar a la derecha, en una terraceta, el primer mojón de los pocos pero estratégicos que iremos encontrando a lo largo del recorrido (recomiendo subir a la mina que salen unas fotos muy chulas a contraluz).

Interior de la mina

Rodeamos algo el pico por terrazas y luego subimos recto por una canal (hay dos, cogemos la de la derecha porque nos parece más sencilla) para continuar terraceando hacia la derecha, y así salvar un gendarme. Si nos colamos y subimos por la cresta del mismo, luego tendremos que rapelar, y aunque hay instalación, la salida se ve muy malota.
Quizá este vadeo sea el más delicado por el peazo patio que tenemos a nuestra derecha, y porque la hierba no da ninguna seguridad en la pisada, pero piano piano y con cuidadin se pasa bien (II+)
Desde aquí es ya todo recto hacia arriba por donde mejor vayamos, roca hacia la izquierda por la cresta, o por terracetas de hierba, más hacia la derecha.

Detrás un gendarme que se vadea, se puede
ver la instalación para rapelar.

 Y en un plis estamos en la cumbre echando las magníficas fotos que esta nos brinda una vez más.
Nos ha gustado mucho! Para repetir sin duda.

La bajada la hacemos por la vía normal. Por aquí no deja nunca de sorprendernos los cambios cromáticos extremos del paisaje, por ello saco de nuevo la cámara para echar fotos sin talento y volverme a oir otro grito por echar siempre las mismas fotos. Pues eso sí que es verdad...
Para hacer la vuelta algo más redonda, tomamos el camino hacia la Cabaña de la Glera y luego bajamos campo a través por las horrorosas pistas de esquí en busca de la única sombra de la bajada: una feísima nave de la estación llena de ferralla.

Paso de la cadena por la placa inclinada

Midi d'Ossau desde el lago Anayet.

Pensábamos que íbamos a llegar muy pronto a casa pero, pese a que el sitio no acompaña, la compañía si, y aquí nos tiramos ratos y ratos charrando de, como siempre, proyectos futuros a corto (ya para el sábado) y largo plazo, hasta que nos entra casi frío y decidimos tirar al coche e irnos a casa, que algunos tienen que fiestear, no sin antes pasar por el bar a echar la birra ultra-refrescante del día y poner los dientes largos al personal enviando fotos por guasap con los supermegamóviles que tenemos ahora (bueno...yo no).