Bautizaremos este día como el de "Desacartone de una joven castora", puesto que tras días y días insistiendo a Irene para que volviera a barranquear, hoy lo hemos conseguido y por fin ha venido.
Formamos el grupo para el gran evento: J.M, Pol, Susana, Josu, Irene, J.C y yo.
He de admitir, y creo que no me equivoco, que quizá la elección no fué la correcta para alguien que quiere retomar de nuevo el barranquismo...más nos hubiera valido programar una Glera para que se le cayera la baba a Irene o un Gorgol que lo tiene controlado de antaño, pero nos pudo la formiguilla de conocer un agujero nuevo, Arriesas, y la búsqueda de una piedra y una fuente con historia en el barranco As Fuebas.
Así pues, nos desplazamos hasta Linás de Broto y tomamos la senda que sube paralela al río Sorrosal. Una vez cruzado el Puen dera Mercera la senda va a parar a una amplia pista que seguimos hasta que encontramos un mojón a nuestra derecha y por allí que vamos. Resulta que la senda nos dura un suspiro y todo se convierte en un mar de ortigas que nos acarician a cada paso que damos...qué majos estos guías que saben perfectamente donde van!!! Para más colmo la inexistente senda nos lleva unos rápeles más abajo de la cabecera, así que el resultado final es que rapelamos cuatro o cinco veces y s'acabó. Pues majo majo no ha sido, la verdad...
Menos mal que, como vamos bien de hora, volvemos a coger la senda que va al Puen dera Mercera y descendemos el Barranco As Fuebas. Como el tiempo se está poniendo muy feote y el descenso realizado no ha sido la bomba, Irene y Susana nos abandonan para ir a hablar de sus cositas y bajamos As Fuebas el resto del grupo, que llegamos al puente y, cual indigentes, bajo él comemos algo mientras llueve a todo llover.
Desde aquí se desciende el tramo más bonito de este barranco y hemos dejado atrás cuatro rápeles que no son nada del otro mundo (si queréis verlo completo, aquí). Pero sin duda alguna, el interés de volver a este recóndito lugar en tan poco tiempo es por la búsqueda de una piedra y una fuente con historia: huellas de diablos en rocas y fuentes que hacen vivir cien años, de la que por supuesto bebemos, aunque cuesta lo suyo...
1. Inscripción que señaliza la fuente.
2. Piedra con la huella del diablo y de su bastón.
3. Bebiendo de la fuente.
4. Señalando la surgencia en el suelo.
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El final del día es lo de siempre, cervecita en el bar con la buena compañía del grupo y con la firme promesa de preparar algo más normalito la próxima quedada.
1 comentario:
Jolines..que chulas...un saludo desde Murcia...
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