Tuvimos algo de niebla, que hizo que perdieramos las bonitas vistas del circo en el que están ubicados, pero pese a ello, disfrutamos de un recorrido diferente, puesto que hasta llegar al collado de Arrious, pasas hasta por tres valles escalonados distintos (aunque son el mismo), también se llega a un pequeño lago, el Arrious, y justo antes de llegar a los ibones, está el "paso de Orteig", que no tiene nada de dificultad pero la tremenda cortada que queda a la izquierda es de las que quitan el hipo.
Paso de Orteig, instalado con sirga para quitar un poco el miedo. La cortada no cabe en la foto, pero es muy considerable.
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