ESCALADA DE "TIERRA DE NAIDE" (V+), MALLOS DE AGÜERO

Fecha real: 9 de diciembre de 2013.
Terminamos nuestro acueducto con la corta escalada de una vía larga, que llevamos un tute que hoy no estamos para andar.
Hemos quedado con Lolo y Ale en Agüero a las once, sin madrugar, que para esto afortunadamente no hace falta. Suponemos que a esta hora la niebla ya habrá levantado y suponemos mal porque cuando llegamos a Agüero no se ven ni las casas, así que decidimos esperar en el bar a que levante. Pues dos horas nada más y nada menos nos tiramos cascando en el bar. Si debemos ser pesaos que hasta nos echan para limpiar, cosa que tampoco termino de entender...En fin.
La historia es que, ahora obligados porque no tenemos donde cobijarnos, hay que ir a escalar. Parece que la cosa está mejorando algo y conforme nos acercamos a los mallos la niebla desaparece y el sol nos deslumbra. Buah!!! qué día más coj...  vamos a tener!!! Pues otra vez te equivocas niña, vas a pasar más frío que un panchito en Siberia.
Cuál es nuestra sorpresa al ver que no habíamos tenido en cuenta la orientación de la pared donde esta la vía que vamos a escalar y cuando llegamos a ella está totalmente en sombra. La orientación es este, pero como son la una pasadas ya no le da el sol. Decidimos emprender la vía tapándonos más de lo que el espléndido día pide, pero sabemos que con la calma de la escalada el frío aparecerá.

Para llegar a esta vía hay que tomar el sendero que da la vuelta a los mallos de Agüero, en la parte alta del pueblo, y cuando vemos un gran mojón en otra senda a la izquierda, la tomamos para llegar a pie de pared. La vía comienza al lado de una especie de cueva. Estamos ante 140 metros muy bien equipados con roca de de buena calidad y con doce cintas tendremos suficiente.
Ahí van los largos:
L1: 25 m, III tumbado.
L2: 20 m, IV+ en una placa más vertical.
L3: 30 m, una transición de III hasta la base del tramo más exigente de la vía.
L4: 30 m, V+ mantenido en gran parte del largo, con extraplomos incluídos pero muy bien equipado. Escalada realmente bonita que se ve empañada por la congelación de manos y pies de las dos cordadas justo en este largo que es cuando más necesitamos las fuerzas. La pared en sombra aquí nos pasa factura, la roca está helada y la desnudez de nuestras manos pagan con creces nuestras ansias de escalar sin sol.
L5: 20 m, III en travesía hacia la derecha unos diez metros y luego en vertical hasta ir a parar a una sabina donde está la reunión.
Hay gente que empalma L1 con L2 y L3 con L4, pero nosotros decidimos no empalmar los largos por estirar un poco más la escalada y así disfrutar un poco más de esta corta pero atractiva vía.

 En la cima comemos algo rápido, disfrutamos de las bonitas vistas, echamos foto de triunfada y nos vamos a buscar la canal de bajada, que ya conocemos J.C y yo porque hace un par de años nos acercamos para hacerla de subida sin llegar a finalizarla por no tener el material adecuado, y, tonterías las justas...
Para encontrarla bajamos siguiendo la cresta dirección norte hasta encontrar un mojón y a continuación la grieta por la que tenemos que rapelar.
Mientras montamos el rápel decenas de buites sobrevuelan nuestras cabezas, tan cerca que podemos oir el ruido de sus alas cortando el aire, pendientes ellos de que alguno de nosotros se despeñe y así montarse el festín del día. Afortunadamente bajamos sin problemas y no les damos el gusto a los pajaritos. Actualmente la canal está equipada en el tramo más delicado con una cinta plana muy ancha, así que se puede destrepar con mucho cuidado. El último tramo de la canal lo han limpiado y se pasa medio bien. Hace dos años ya estaban esos arbustos que hoy están en un lateral recien cortados y nos hicieron jabalinear de lo lindo entre ellos.

Finaliza el día llegando en 10 minutos a los coches con una sonrisa de oreja a oreja por haber realizado una actividad bien chula que seguro que repetimos de nuevo pero, pero CON SOL.