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martes, 1 de julio de 2014

BARRANCO FORRONÍAS

Sábado, 28 de junio de 2014.

Pues soy muy pesada empezando tantas veces las crónicas con la misma historia, pero es que este es otro de los lugares que teníamos pendientes visitar hace varios años y nunca terminaba de salir, y una vez más son J.M y Pol los que nos animan a realizar este descenso, uno porque no lo baja hace más de veinte años y el otro, porque, como nosotros, tampoco lo conoce.
Quedamos en Biescas sin madrugar, cosa que se agradece con creces y echamos un de café ultrarápido para ponernos en marcha fugazmente.  
Pasado Panticosa, dirección el Balneario, sale una pista a la izquierda que tomamos en fuerte subida y cuando pasamos un muro de cemento a nuestra izquierda hay que aparcar donde mejor se pueda. Ya andando seguimos por la pista y, justo antes de cruzar el barranco del Monde, que cruza ésta con una pasarela metálica, parte una senda a la izquierda que tomaremos. Esta nos adentra en un bonito bosque, vuelve a cruzar el barranco el Monde (donde mi instinto gallináceo se despierta y comienzo a hacerme caquitas por el mangazo de agua que por él discurre, así que no quiero ni pensar como irá el Forronías después de la famosa surgencia que le aporta gran caudal) y antes de volverlo a cruzar, en una curva a la izquierda, sale otro poco marcado sendero que cogemos. Pasaremos por un gran murallón rocoso y en breve, tirándonos hadia la derecha llegaremos al inicio del barranco.
Tras casi una hora de caminata llegamos a la cabecera, (aunque estoy casi segura que nos saltamos el primer rápel). Si antes había aparecido el instinto gallináceo, ahora me convierto literalmente en una gallina. El barranco va con agua, cuando lo habitual es encontrarlo seco o con un hilillo; sí, muy bonito encontrar esta parte con agua, pero, y si esto va así? como estará la dichosa surgencia? Rebota y rebota en mi mente rápel tras rápel la palabra surgencia, surgencia, surgencia, te vas a cagar!!! (perdón) Este barranco tiene dos partes bien diferenciadas marcadas por la renombrada surgencia, que le da un buen caudal mantenido.
Bueeeeeeno, pues hay diez rápeles antes de la ya pesada surgencia, alguno realmente bonito (como uno de 25 metros) y varias marmitas continuas totalmente redondas que despiertan el instinto fotoartístico del grupo y me hacen olvidar el instinto gallináceo que sigue persiguiéndome.



Redondas marmitas con chorros de agua a presión al más puro estilo balneario


Bonito rápel de 25 m









Y por fin llegamos a la surgencia de las narices para quitarmela ya de una vez del coco!! Pues si que lleva agua la jodida, sí, y sí que es curiosa y preciosa, también. En este punto, que ya estamos todos más tranquilos al ver de una vez como va la ya cargante surgencia, surge otro instinto, el amoroso...  ;)

Surgencia de amor

Cuatro rápeles nos quedan para acabar. Uno de 12 metros, donde nace otra pequeña surgencia más; otro de 25 donde te comes el agua sí o sí; otro de 24 donde también te la comes, con el aliciente de tener una marmita colgada intermedia que nos hace tontear a todos lo suyo para salir de ella; y el último y más largo de 45, con unos cuantos metros volados, dejando, eso sí, el agua a nuestra izquierda. Éste último se puede fraccionar en dos (13 y 30 m; justo antes de comenzar el vuelo encontramos una mini regleta para dos personas donde está la reuníon intermedia), pero nosotros hicimos los 45 del tirón y no tuvimos ningún problema para recuperar las cuerdas.




 

Saliendo de la marmita colgada




Ultimo rápel, el más espectacular.
Las 12:45 y yastá!!! Pues se me ha hecho corto...pero me ha encantao. Además, hoy estaba especialmente bonito, ya que entre las calizas no sólo brotaba el agua desmesurada, sino también infinidad de coronas de rey florecidas en todo su esplendor que le daban el toque fascinante al entorno.
Sólo hay una cosa que no me gustó, y es que las espléndidas vistas que tiene en todo momento el barranco hacia las Peñas Sabocos, Blanca y Roya, se ven ensombrecidas por una tala excesiva de árboles en sus faldas para la creación de una nueva pista de esquí. ¿Es que no hay suficientes?
Termina el barranco en una captación de agua y bajando a la derecha por unas escaleras de metal llegamos a la pista que siguiendo unos metros hacia la derecha de nuevo nos llevará al coche.
Y la birra hoy es de las que no se olvidan: En la acogedora casa de la siempre encantadora Luisa que nos saca hasta chullas de un sabrosísimo jamón serrano. Con amig@s así me voy al fin del mundo...
Si queréis el track, aquí. Gentileza de J.M, que a nosotros se nos olvidó el jipi.

5 comentarios:

cristina dijo...

vaya pedazo de barranco!! y eso que esta vez no me da tanta pena habermelo perdido... tenía mono de sobrinet... ¡pero nos tendreis que acompañar a este también!

Anónimo dijo...

la foto numero siete,llamada la surgerencia del amor, si la amplias, es pa poner encima de la tele.el barranco,visto desde aqui,es precioso. un saludo atodos, ramon.

Mariano Antonio Javierre Lacasta dijo...

Je, je... Esa pata que ajusticia Pol no os la encontraríais en el barranco por casualidad.
¡Que vaya bueno!
Mariano.

Pirene dijo...

Buah! que gozada de fotos!

Se me han puesto unas ganas de "descartone" que no veas. Este principio de mes lo tengo liadillo pero dame tiempo que en una de estas me cuelo POR FIN en algún remoje.

Habrá que verse un día de estos ¿no?.

Ale! abrazos!

silvia dijo...

Vaya mono tienes...pues que será cuando tengas un nieto!
A ver si se deja ver pronto por aquí esa crónica de Escarpinosa.
Ramón no te voy a quitar razón, yo me la pondría hasta como un vinilo en la pared de la habitación, jajaja.
Buenas Mariano, no termino de pillar tu comentario, pero vamos...que muy agradecida por tenerte por aquí dando vueltas!!
Eo Pirene! A ver si es verdad, que esto del desacartone con la tonteria hace ya un año que lo oigo y no termina de ejecutarse.
Pues liadillo lo tenemos nosotros también el veranito, no te pienses, pocos findes libramos de historias...
Un abrazo a tod@s!!