HOMENAJE A LOREN EN EL PICO PADERNA

El pasado sábado 18 de octubre el Club Montisonense de Montaña y el Club Litera Montaña organizaron en conjunto el merecido homenaje a nuestro compañero Loren, gran montañero que la mala fortuna nos arrebató injustamente hace ya tres meses.

Extraordinaria elección la del elegante pico Paderna (2629 m) para rendirle los honores a una persona que tantas veces había saboreado su preciosa cumbre.

Para llegar a dicha cumbre nos trasladamos hasta los llanos del Hospital y continuamos subiendo con los coches hasta La Besurta, que al no ser verano dejan pasar. Aparcamos aquí y, previo almuerzo de bizcocho y pincho de tortilla, arrancamos dirección el refugio de La Renclusa. Desde aquí y hacia la derecha fuimos en busca del Forau de l’Anclusa y pasamos posteriormente por los ibones con el mismo nombre, ya teniendo en todo momento visión del pico Paderna. El paraje es precioso, no lo conocía y me he quedado absolutamente prendada de él.

Nos quedaba por acometer la subida más dura de la ascensión, una ladera herbosa que emprendemos cual sarrio jovenzuelo hasta llegar al Collado de Paderna, donde la cosa suaviza algo hasta la todavía lejana cima porque cogimos la senda como tiene que ser. 

En la cima la emoción nos invadió a todos, se abrió una herida que todavía duele, pero el sonido de una armónica convirtió el momento en agridulce, agrio porque la pena de esta ausencia cala profundo, pero dulce porque la familia tiene la compañía de otra familia más grande, la montañera,  que les apoyan y les dan fuerza en todo momento.

Bajamos por donde subimos pero rodeando un poco,  para coger así la senda y andar más cómodamente. Y la parada relajada para comer y charlar largo y tendido con unos y otros, la hicimos en los ibones. Ya sólo nos quedaba pasar por Renclusa de nuevo y llegar a los coches, donde nos despedimos con la firme promesa de volvernos a juntar ambos clubs en memoria de nuestro compañero.

Si queréis el track, aquí. En el pico, rodeado de sus amadas Maladetas, os estará esperando una maravillosa sonrisa, esa que siempre portaba Loren.