Salimos del parking tomando la senda de la vía normal, y a pocos metros, cuando vemos las ruinas de una caseta con una tubería negra a la derecha, nos salimos de la senda para seguir esta tubería que nos llevará al primer mojón de una senda que ya no perderemos.
Sorprendentemente bien marcada para lo que esperábamos, nos encontramos una ruta que sube en muchas ocasiones en picado para ganar altura entre los árboles.
Una vez que llegamos a la pared de conglomerado, la ruta se señala con puntos rojos de pintura , y empiezan las trepadas hasta llegar a una chimenea en la que sacaremos la cuerda porque hay que salvar pasos de II y III.
Está equipada con 5 clavos, y hacemos uso de unos 35 m de cuerda.
Seguimos subiendo por terrazas yéndonos hacia la derecha hasta que nos plantamos justo debajo de la cruz de la cima, donde volvemos a sacar la cuerda y trepamos unos 20 m. Este tramo también está equipado con clavos.
Es una vía muy bonita para subir este mítico monte pero muy expuesta, así que se me abstengan senderistas por favor, porque hay que tener nociones básicas de escalada.
Ah! Imprescindible además el uso de casco, porque en la primera chimenea es inevitable no tirar piedras.
La bajada la hicimos por la vía normal.
Aquí parte el camino de la ruta a la cara norte. |
Algunas marcas en el camino |
Trepando la chimenea |
Siguen las marcas rojas |
Excepcionales vistas |
Trepada final a la cima |
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